Salah Abdeslam, supuesto cerebro logístico de los atentados del 13 de noviembre en París, se ha podido mover por Europa sin ser detectado durante varios meses con la ayuda de una tarjeta de prepago anónima de la sociedad belga de correos bpost, informó un alto funcionario en el Congreso.


El director de la Célula de Tratamiento de Información Financiera contra el blanqueo de capitales, Philippe de Koster, pidió por ello a los diputados belgas la prohibición y eliminación de este tipo de tarjetas de crédito que no requieren la identificación de la persona para hacer transacciones.


Por su parte, el Consejo de Ministros del Gobierno belga dio luz verde a la prohibición de tarjetas de SIM de teléfonos móviles anónimas, indicaron los medios belgas.


Esta decisión pretende dificultar las comunicaciones entre terroristas, agregaron.


De Koster afirmó en este sentido que las tarjetas de prepago anónimas, que permiten la financiación del terrorismo, son igual de peligrosas.


"Estas tarjetas son el instrumento preferido por los terroristas", señaló, y añadió que Abdeslam mismo, que estuvo huido varios meses tras los atentados de París hasta que le detuvieron en el distrito bruselense donde creció, recurrió a este método para no ser detectado.


De Koster obtuvo esta información de inteligencia unos días después de los atentados de su homólogo luxemburgués.


Bpost había confiado la gestión de los pagos electrónicos a una sociedad luxemburguesa, de acuerdo con los medios belgas.


La Célula de Tratamiento de Informaciones Financieras interrogó entonces a bpost, que pudo presentar informaciones útiles ligadas a Abdeslam sobre los meses antes de los atentados de París.


Philippe de Koster lamentó la política comercial de bpost que busca, dijo, promover estas tarjetas anónimas que a su juicio representan un peligro.


jlcg

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