Un grupo de jóvenes quiere hacerle una pregunta al pueblo ecuatoriano: “¿Está de acuerdo en derogar la disposición transitoria segunda de las enmiendas a la Constitución de Ecuador, aprobadas por la Asamblea Nacional y publicadas en el suplemento del Registro Oficial número 653 del 21 de septiembre de 2015, a fin de que se permita que las autoridades de elección popular, señaladas en la enmienda, ejerzan su derecho político de postularse y ser reelegidos en los comicios generales de 2017?”.
Bajo el nombre de Rafael Contigo Siempre, el grupo envió en febrero un documento a la Corte para pedir que la pregunta sea sometida a consulta popular. El 13 de abril, el órgano lo aprobó. El colectivo quiere que el actual presidente ecuatoriano se postule en las elecciones de 2017, aunque luego de dos periodos de mando (fue electo en 2007 y en 2013), la ley le prohíbe reelegirse de nuevo.
“Gracias, pero está tomada una decisión al respecto”, respondió Correa a Stephania Baldeón —una de las fundadoras del colectivo—, a través de su cuenta de Twitter. Cuando sus partidarios le dijeron que lo iban a extrañar, el mandatario escribió: “Yo también voy a extrañar muchas cosas, aunque otras [como a la prensa corrupta y a la oposición mediocre] no en absoluto”.
“Es parte y sangre de un pueblo que lo ratificará como mandatario. Si su pueblo se lo pide, a través de millones de firmas, estoy segura de que lo aceptará”, dijo Pamela Aguirre Zambonino, abogada y vocera principal del colectivo. Recuerda que Correa señaló: “Entiendo bien que mi vida no es mía; es de mi pueblo y de mi patria. Estaré donde me lo exija el momento”.
El grupo de Aguirre Zambonino rescata las políticas públicas de Correa: la inversión en salud creció casi cuatro veces y el acceso a la educación básica aumentó de 89% a 95%.
El presidente, dijo la abogada, “cambió para siempre la historia nacional”. Y agregó: “Recuerdo mi infancia y adolescencia, viviendo en la oscuridad, haciendo las tareas con velas y con cortes de energía que duraban días. Eso es hablar del pasado”.
Si Correa aceptara postularse, y ganara los comicios, presidiría a su país en una región que no tendría en el poder a su amiga Cristina Fernández de Kirchner (en Argentina). Quizá tampoco estuviera su aliada Dilma Rousseff (en Brasil) y con una Venezuela en crisis. Pero para la gente de Rafael Contigo Siempre, eso no importa: “Sería un gobierno cooperativo, abierto a propuestas, indistinto de qué tendencia o ideología tengan los otros gobiernos, porque la prioridad del gobierno de Rafael Correa es el bienestar del pueblo ecuatoriano y su relación con los demás pueblos hermanos”, declaró Aguirre Zambonino.