A la crisis de refugiados y de inseguridad por terrorismo que padece Europa, los holandeses añadieron ayer otra de dimensión política y económica, al rechazar en las urnas el Acuerdo de Asociación de la Unión Europea con Ucrania.
El campo del “No” se impuso de manera contundente con 62% frente al 38% registrado por el “Sí”, de acuerdo con resultados preliminares difundidos por la televisión pública NOS.
El primer referéndum celebrado en la historia de Holanda, habría alcanzado una participación de 32%, por encima del 30% fijado como mínimo para ser válido, según la agencia ANP. En su primera reacción, el primer ministro Mark Rutte, sostuvo que el acuerdo con Ucrania no podrá ser ratificado tras el resultado. Holanda es el único país de la UE que no ha ratificado el tratado. Rutte dijo que iniciará pláticas sobre la cuestión con su gabinete, el Parlamento holandés y sus socios de la Unión Europea, para determinar el proceso a seguir. “Realmente nos tomaremos tiempo. Esto es un proceso de semanas”.
De acuerdo con los analistas, las opciones de Rutte son limitadas, aunque lo más probable es que busque con Bruselas una fórmula que permita rescatar el acuerdo, como sería separar el apartado político del comercial para añadir elementos de preocupación de los votantes holandeses, como es la falta de elementos sociales y la clara mención de que el acuerdo no será utilizado para preparar el camino de la adhesión de Ucrania a la UE.
El resultado del referéndum de ayer es visto por analistas como un voto de castigo contra una Unión que ha abandonado su componente social y se ha distanciado de la ciudadanía. También es una llamada de alerta rumbo al referéndum del 23 de junio, en el que Gran Bretaña decidirá si abandona o permanece en el bloque comunitario.
El componente comercial del acuerdo de asociación con Ucrania entró en vigor en enero, luego de ser aprobado por los 28 socios de la UE, incluyendo el parlamento holandés. El acuerdo fue el elemento que desencadenó la llamada “revolución azul” que condujo a la caída del ex presidente Viktor Yanukovich, quien se negó a firmarlo por presión de Moscú.