Londres/Reikiavik.— El primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, renunció ayer, informó su partido, convirtiéndose en la primera víctima de los documentos filtrados de un bufete panameño, que han puesto de relieve las finanzas de políticos y figuras públicas de todo el mundo.

Los Panama Papers —más de 11.5 millones de documentos filtrados desde el bufete panameño Mossack Fonseca— mostraron que la esposa del primer ministro tiene una compañía offshore acreedora de los quebrados bancos de su país, lo que irritó a muchos de sus compatriotas, que salieron a las calles para pedir su dimisión. Mossack Fonseca negó haber cometido irregularidades y el ministro panameño de presidencia, Álvaro Alemán, adrvirtió ayer que su gobierno podría tomar represalias contra Francia tras su anuncio de que volvería a colocar al país centroamericano en su lista negra de jurisdicciones fiscales no cooperantes.

Alemán aseguró que ninguna empresa panameña ha sido acusada de cometer ilegalidades. “No vamos a aceptar que utilicen a Panamá como chivo expiatorio, cada país es responsable”, afirmó. Entre las personas mencionadas en los documentos están amigos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, familiares de los líderes de China, Reino Unido y Paquistán y el mandatario de Ucrania.

Gunnlaugsson renunció antes de votarse una moción de censura, horas después de pedir al presidente la disolución del Parlamento.

En Reino Unido, el premier británico, David Cameron, fue acusado por sus rivales de permitir que la élite rica evadiera impuestos. Cameron, cuyo padre está implicado en las filtraciones, aseguró que “tengo un salario como primer ministro y algunos ahorros, de los que obtengo algunos intereses, y tengo una casa. No tengo acciones, ni fondos offshore, ni nada parecido”.

El gobierno chino rechazó, en tanto, lo que llamó “acusaciones infundadas” que indicaban que familiares del presidente Xi Jinping y otros líderes actuales y pasados del país estaban ligados con cuentas offshore.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que los Panama Papers demuestran que la evasión fiscal es un “gran problema global” e instó al Congreso a actuar para evitar que las compañías de EU se aprovechen de las lagunas que le permiten evitar el pago de impuestos.

“No es algo exclusivo de otros países porque, francamente, hay gente aquí en Estados Unidos que se está aprovechando de lo mismo. Muchas cosas son legales y ese es exactamente el problema”, afirmó.

El abogado Ramón Fonseca, socio fundador de Mossack Fonseca, aseguró anoche que el caso se debió a un robo de documentos hecho por hackers externos y no a una filtración. “Descartamos el trabajo interno, no es un leak [filtración]. Es un ataque”.

El letrado criticó el “sensacionalismo” de la prensa y aseguró que su empresa no ha violado la ley ni destruido documentos, y que tampoco ha ayudado a evadir impuestos o a lavar dinero, como se dice.

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