Suecia se encontraba ayer en máxima alerta, ante la amenaza “real” de que el grupo extremista Estado Islámico (EI) lleve a cabo un nuevo atentado terrorista, similar a los perpetrados en noviembre pasado en París y en Bruselas, en marzo.
La seguridad en Estocolmo, sus alrededores y en otras ciudades fue redoblada ayer, luego de que la embajada de Estados Unidos en Suecia y el gobierno iraquí advirtieron el martes sobre supuestos planes del EI de atentar en Estocolmo.
La embajada estadounidense emitió el martes una declaración de advertencia pidiendo a sus connacionales que visitan o residen en Suecia evitar lugares concurridos en Estocolmo, ante la posibilidad real de un nuevo atentado terrorista. La representación diplomática se refirió a la advertencia del Departamento de Estado de que grupos terroristas planean ataques en toda Europa, por lo que instó a los estadounidenses a extremar precauciones en el transporte y plazas públicas y deportivos.
La Policía de Seguridad de Suecia (Sapo) investiga los informes sobre una potencial amenaza terrorista.
La advertencia estadounidense fue emitida horas después de que el gobierno de Irak informara a Suecia que la inteligencia iraquí descubrió un plan del EI para atentar en Estocolmo, con la participación de siete u ocho ciudadanos iraquíes, que eran antiguos miembros de la red Al-Qaeda en Irak y que habrían llegado a Suecia en 2015, entre las miles de personas que desde hace meses emigraron a Europa desde diferentes países en conflicto.
Por otra parte, Salah Abdeslam, de quien se sospecha que es el único sobreviviente de un grupo de militantes islámicos que mataron a 130 personas en noviembre en París, fue extraditado de Bélgica a Francia, donde quedó bajo investigación formal por cargos de terrorismo y asesinato, y prometió hablar con los jueces en su próxima audiencia, dijo su abogado francés.