Al menos 150 soldados estadounidenses han entrado en territorio controlado por los kurdos en el noreste de Siria, cuya llegada es considerada por el gobierno sirio como una peligrosa invasión y una flagrante violación de la soberanía del país.
Los militares de Estados Unidos, que apoyarán a las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una coalición armada kurdo-árabe que lucha contra el Estado Islámico (EI), arribaron a Al Yazira, en la provincia de Al Hasaka (noreste del país), según un vocero kurdo.
La reacción del régimen sirio fue inmediata, al manifestar la cancillería su preocupación por la llegada al país de 150 soldados estadounidenses, considerándolo como una peligrosa invasión y una violación de la soberanía de Siria.
En un comunicado difundido por la agencia siria de noticias SANA, el Ministerio sirio de Relaciones Exteriores condenó de manera rotunda esta agresión flagrante que constituye una grave injerencia y una violación incuestionable de la soberanía del país.
Recordó que esta acción “ilegal” ha tenido lugar sin el consentimiento del gobierno de Bashar al Assad.
“Esta intervención contradice las leyes y las convenciones internacionales”, subrayó la cancillería siria, que exhortó a la comunidad internacional a adoptar las medidas adecuadas para detener “el movimiento agresivo de Estados Unidos”.
El lunes pasado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el envío de 250 militares más a Siria para ayudar en labores de “entrenamiento y apoyo” a las fuerzas sirias en su lucha contra el EI, aunque aclaró que no participarían en misiones de combate.