Unos mil de los 3 mil 500 cubanos varados en Paso Canoas, en la frontera de Panamá con Costa Rica, fueron llevados a un campamento en la provincia de Chiriquí para darles atención, mientras el gobierno panameño estudia tomar medidas para desalentar el flujo de indocumentados, informaron fuentes oficiales.

El director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), José Donderis, informó que los mil cubanos, entre ellos muchas embarazadas, ancianos y niños, fueron llevados a Los Planes, al norte de Paso Canoas, donde quedaron unos mil 500, mientras en un recinto de San Isidro permanecen menos de un millar y otros 250 están en David, capital de Chiriquí.

Donderis detalló que, además de brindarles seguridad y condiciones dignas, los isleños son atendidos por la Cruz Roja.

Mientras tanto, la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel de Saint Malo de Alvarado, señaló en Twitter: “Continuamos el diálogo con otros países para buscar solución integral, pero habrá que tomar medidas migratorias para desincentivar flujos”. La funcionaria no dio ninguna pista sobre qué medidas se pueden adoptar, pero otros miembros del gobierno como el director de Migración, Javier Carrillo, han expresado que se necesita una acción multilateral.

Por su parte, el ministro panameño de Seguridad Pública, Rodolfo Aguilera, señaló que se busca una salida diplomática a través de un corredor humanitario.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses