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Los partidos políticos españoles descartaron ayer conversaciones de último minuto para asegurar una mayoría parlamentaria y la formación de un gobierno, haciendo prácticamente inevitable nuevas elecciones en junio.
Los partidos españoles no han podido formar un gobierno desde que en los comicios de diciembre ninguno de ellos obtuvo una mayoría parlamentaria absoluta. El rey Felipe VI se reunirá la próxima semana con las agrupaciones políticas, en un último intento de llegar a un acuerdo.
El jefe de gobierno en funciones, el conservador Mariano Rajoy, cuyo Partido Popular (PP) lideró la elección de diciembre pero muy lejos de una mayoría, dijo ayer que le dirá nuevamente al rey que no cuenta con el suficiente respaldo para formar gobierno.
En la más fragmentada elección de la historia moderna española, el PP logró 123 de los 350 escaños de la Cámara baja; el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) 90, el izquierdista partido antiausteridad Podemos 69 y el centrista Ciudadanos 40.
Rajoy responsabilizó al líder de los socialistas, Pedro Sánchez, de la actual situación de estancamiento. “Pedro Sánchez puede evitar las elecciones. Le invito una vez más a trabajar por un gobierno de gran coalición que dé estabilidad a España”, tuiteó.
Casi 90% de los miembros de Podemos votó la semana pasada en contra la formación de un gobierno a tres bandas con los socialistas y Ciudadanos, y el partido abrió el miércoles la puerta a la creación de una plataforma conjunta con un ex movimiento comunista si se convoca a nuevos comicios, en un intento por desbancar al PSOE como la mayor fuerza política de izquierda.
Ayer, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, desató una polémica al ridiculizar a Álvaro Carvajal, periodista del diario El Mundo, y cuestionar sus fuentes, durante un evento en el que éste estaba presente. A manera de protesta, muchos periodistas abandonaron el lugar. Iglesias se tuvo que disculpar.
En tanto, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, cuya alianza con los socialistas no generó suficiente apoyo parlamentario, llamó a Rajoy y a Sánchez hacerse a un lado y permitir un gobierno de “transición” liderado por una figura independiente.
