Luego del encendido discurso que dio en la puerta de los tribunales federales de Buenos Aires el miércoles pasado (a la salida de su declaración en la causa por la estafa del “dólar ahorro”), la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner parece haberse decidido a dar los primeros pasos de lo que podría ser una campaña de regreso, mientras la oposición al presidente Mauricio Macri, electo en diciembre pasado, todavía no aparece.

Fernández de Kirchner, quien ayer se reunió con algunos de los intendentes que todavía le son fieles, se dedicó —ayer y anteayer— a bombardear a sus enemigos macristas a través de su cuenta de Twitter, @CFKArgentina: lanzó 50 mensajes referidos a la causa del “dólar futuro” (una estafa realizada en perjuicio del Banco Central y a través de la venta de dólares a futuro, donde está acusada) y apuntó contra el presidente Mauricio Macri y sus vínculos con Panama Papers.

Cristina citó un informe con el que Macri busca atraer inversores, donde se presenta al país como una economía fuerte (“La tercera más grande de la región después de Brasil y México, el mayor PIB en la región después de Chile”), a contrapelo del discurso oficial del presidente, que dice que heredó un Estado quebrado.

Además, Fernández de Kirchner se refirió a los vínculos de Macri con la causa del “dólar futuro” y mencionó a familiares y amigos. “Buscando la ruta del dinero K encontraron la ruta del dinero M”, escribió la ex presidenta. “Un escándalo. Una verdadera asociación ilícita que oculta sus negociados con cinismo e hipocresía. #DolarFuturo #Panamapapers”.

Periodistas y políticos oficialistas advirtieron que la ex presidenta retomó un protagonismo político que no le convenía a Macri, por lo que se multiplicaron las críticas al juez Claudio Bonadío. Mientras el magistrado decide si la procesa o no, Fernández decidió quedarse en la capital y organizó actividades políticas. La idea de la ex presidenta es desarrollar una estrategia de resistencia y denuncia de las políticas que, hasta ahora, han provocado un mayor empobrecimiento de la población. Por su parte, el gobierno de Macri confía en que la normalización de la deuda que se concretará la semana próxima con el pago de 12 mil 500 millones de dólares a los fondos buitre permitirá la recuperación económica.

Con información de agencias

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