Dos años después de que el grupo terrorista Boko Haram secuestrara a 276 chicas en una escuela de Chibok, en el noreste de Nigeria, la lucha de sus familias por recuperarlas sigue tan vigente como entonces, pero a pesar de las campañas y las promesas del Gobierno nigeriano no ha habido ningún avance.
Mientras el mundo recuperaba hoy la famosa etiqueta que inundó las redes sociales en abril de 2014, #BringBackOurGirls (devolvednos a nuestras chicas), la asociación de víctimas con el mismo nombre volvió a manifestarse para exigir al presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, que cumpla su promesa de encontrarlas sanas y salvas.
Esta mañana el país despertó conmocionado por la publicación de un vídeo en el que supuestamente aparecen 15 de las 219 chicas que siguen en manos del grupo terrorista -57 escaparon en los días siguientes al secuestro-, algunas de las cuales habrían sido reconocidas por familiares próximos.
"Es un día triste y doloroso, sobre todo después de ver el vídeo en el que los padres lloran desconsolados. Mientras las chicas permanezcan secuestradas por Boko Haram, Nigeria seguirá cautiva", declaró hoy a la prensa Aisha Yesufu, una de las convocantes de la protesta.
En la cinta, una de las supuestas secuestradas, Naomi Zakaria, hace un llamamiento ante la cámara para que el Gobierno nigeriano las ayude a reunirse con sus familias: "Es 25 de diciembre de 2015, hablo en nombre de todas las chicas de Chibok y estamos bien", asegura.
El vídeo, de unos dos minutos de duración, se entregó a las autoridades nigerianas hace cuatro meses como parte de las presuntas negociaciones, hasta ahora infructuosas, que el Gobierno de Abuya mantiene con Boko Haram para lograr la liberación de las chicas.
Aunque la publicación del vídeo ha causado un gran alboroto tanto en Nigeria como en el resto del mundo, las autoridades nigerianas no están seguras de su autenticidad ni descartan que fuera grabado con meses de antelación, ya que sospechan de lo poco que han cambiado las chicas desde que fueran secuestradas hace dos años.
Las operaciones militares llevadas a cabo en los últimos meses en el noreste de Nigeria y en el resto del lago Chad tampoco han dado ningún resultado, ya que en el último año el Ejército nigeriano asegura haber rescatado a más de 1.000 mujeres y niñas, pero ninguna ha podido ser identificada como una de las chicas de Chibok.
Organizaciones como Amnistía Internacional (AI) calculan que Boko Haram todavía mantiene retenidas a centenares o quizá miles de mujeres y niñas, pero ninguna de ellas ha logrado nunca tanta repercusión como las chicas de Chibok, convertidas en un símbolo porque fueron las primeras en ser secuestradas de forma masiva.
Las chicas de Chibok, en su mayoría cristianas, fueron secuestradas la noche del 13 de abril de 2014 mientras dormían en la escuela del pueblo, como represalia por asistir a clase porque Boko Haram considera que recibir una educación fuera de las madrasas -escuelas islámicas- es una traición a los valores del Islam.
Boko Haram, cuyo nombre suele traducirse como "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado islámico en el noreste Nigeria a través de una campaña de terror y uno de sus principales objetivos es el sistema educativo.
Según Human Rights Watch, desde 2009 el grupo islamista ha matado a 611 profesores y ha destruido más de 900 escuelas, además de forzar el cierre de otras 1.500 y provocar la huida de casi un millón de niños en edad escolar.