El presidente de Argentina, Mauricio Macri, repudió hoy el acto con militantes encabezado este miércoles por su antecesora en el cargo, Cristina Fernández (2007-2015), a su salida de los tribunales tras prestar declaración, y lo calificó como "desafortunado".

"Ustedes lo vieron... desafortunado", fue la escueta valoración que el mandatario ofreció tras despedir los restos del compositor Mariano Mores en el Teatro Colón al ser consultado por la concentración de simpatizantes organizada este miércoles por el kirchnerismo en apoyo a Fernández.

Posteriormente, en un acto realizado en una fábrica de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, mostró su "repudio" a las agresiones que sufrieron algunos periodistas por parte de militantes demuestran "intolerancia, incapacidad, inseguridad y mediocridad" y una falta de respeto hacia la libertad de expresión.

"Todo lo que sucedió ayer a la mañana no contribuye a esa Argentina de futuro, en la cual estamos una mayoría comprometidos y esperanzados", aseguró.


El mandatario insistió en que el camino "no es la agresión", sino sentarse alrededor de una mesa y "escucharse" y afirmó que siente que la "inmensa mayoría" de los argentinos quiere vivir en el ambiente de "tranquilidad y cordialidad" que se vive desde su llegada al poder el pasado 10 de diciembre.


"Lamento lo que pasó ayer" e "insisto en que hemos luchado mucho por la libertad de expresión, y hay que seguir luchando", sentenció.


Cuatro meses después de dejar el poder, la expresidenta se presentó este miércoles en los tribunales federales de Buenos Aires para dejar un escrito con su testimonio al juez Claudio Bonadio, quien investiga contratos de futuros del dólar celebrados durante el último año de gobierno kirchnerista.


En la calle la esperaban decenas de miles de simpatizantes a los que advirtió, en un discurso pronunciado desde un escenario construido frente a las puertas de los juzgados, que la "pueden meter presa", además de acusar al Poder Judicial de "fabricar" causas contra ella.


Desde el oficialismo, pocas horas después del acto, distintos referentes lo criticaron duramente.


Para la vicepresidenta del Gobierno, Gabriela Michetti, el acto fue "lamentable", según dijo en declaraciones a los medios en el marco de su participación en un congreso sobre diálogo interreligioso.


"Ella está viniendo a declarar en una causa en la que está imputada, yo si tendría que decirle algo a la justicia estaría con un nivel de preocupación y angustia. Hoy hubo saltos, gritos, fiesta, alegría y discursos como si no pasara nada", recalcó Michetti.


cfe

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