Manifestantes a favor y en contra del juicio político a la presidenta Dilma Rousseff montaron campamentos en Brasilia, donde este domingo habrá gran tensión por la votación en la Cámara de Diputados del proceso de “impeachment”.
Los dos grupos, que representan a diversos movimientos sociales, están instalados en dos zonas alejadas la una de la otra en Brasilia. Se espera que en los próximos días aumente el número de participantes.
Ante la intensa actividad política en la cámara baja durante los próximos días, las autoridades construyeron un polémico muro en la explanada de césped que lleva al Congreso, con el fin de separar a grupos de manifestantes opuestos ante la eventualidad de disturbios.
Algunos grupos sociales calificaron de “muro de la vergüenza” la estructura, pero las autoridades indicaron que lo que se busca es “garantizar que todos puedan manifestarse libremente y sin enfrentamientos”.
La del domingo es una votación clave para el proceso de “impeachment” (juicio político) contra Rousseff.
El proceso necesita el apoyo de dos tercios de los diputados (342 de 513) para prosperar y ser enviado al Senado, donde en su fase definitiva una comisión analizará la eventual apertura del juicio político.
De prosperar, la mandataria brasileña será suspendida del cargo por 180 días, mientras es juzgada.
Rousseff y sus aliados afirman que el “impeachment” –presentado por la oposición con el argumento jurídico de que la presidenta incumplió la ley de responsabilidad fiscal en 2014- es un “golpe” encubierto y patrocinado por el vicepresidente Michel Temer.
En tanto que sectores financieros, sociales y políticos lo perciben como la única solución para sacar a Brasil de la profunda crisis económica que enfrenta.
msl