Un atentado perpetrado ayer contra fuerzas de seguridad en la metrópolis kurda de Diyarbakir, en el sureste de Turquía, causó la muerte de siete policías y dejó heridas a otras 27 personas, informó la agencia de noticias DHA.
Una bomba explotó cerca de la estación de autobuses de la ciudad al paso de un autobús de la policía, informó la emisora. Tres efectivos que resultaron heridos están graves.
El ejército turco lleva a cabo una ofensiva de amplio alcance en el sureste del país contra el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). En la zona del atentado se enfrentan regularmente combatientes del PKK con efectivos de seguridad.
También se registraban graves combates en la ciudad de Sirnak y en Nusaybin, que han dejado cientos de muertos, entre ellos civiles.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó ayer que su país encara “la amenaza terrorista más peligrosa de su historia moderna”, y condenó el atentado ocurrido en su país desde el centro de estudios Brookings Instituition de Washington, donde se encuentra para asistir a la Cumbre de Seguridad Nuclear organizada por Estados Unidos. “Este ataque muestra la horrorosa cara del terrorismo de nuevo. La determinación de las fuerzas de seguridad, con la ayuda de Dios, pondrán fin al terrorismo”, dijo Erdogan.