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La presidenta brasileña se sumó el sábado a centenares de personas que se congregaron frente a la residencia de su predecesor Luiz Inacio Lula da Silva, quien en la víspera fue interrogado por la policía en conexión con el escándalo de corrupción de la petrolera Petrobras.
El escándalo multimillonario ha salpicado a algunos de los políticos más influyentes y empresarios más ricos del país.
"Se reunirá con Lula como gesto de solidaridad y apoyo", dijo una funcionaria de prensa de la presidencia, quien pidió que no se la identifique por no estar autorizada a hablar sobre el tema.
Imágenes en la red Globo TV mostraron a Rousseff cuando entraba a la residencia y luego cuando salía al balcón a saludar junto con Lula y su esposa Marisa.
La policía allanó la residencia de Silva el viernes por la mañana y lo llevó a la sede de la policía federal en el aeropuerto paulista de Congonhas donde lo interrogó durante cuatro horas.
"Me sentí como un prisionero esta mañana", dijo Lula, quien ha expresado su interés por volver a optar a la presidencia. "He pasado por muchas cosas, y no soy alguien que guarde resentimientos, pero no creo que nuestro país pueda seguir así".
En un mitin realizado la noche del viernes en Sao Paulo, Lula insistió en su inocencia. "Si ellos son un centavo más honestos que yo, entonces me retiro de la política", dijo con los ojos llenos de lágrimas.
Rousseff, por su parte, expresó su "total inconformidad" con un operativo que calificó de innecesario, aunque parecía distanciarse de su predecesor al mencionarlo sólo de pasada durante un discurso la tarde del viernes.
A diferencia del viernes, cuando los partidarios y detractores de Silva se enfrentaron en la calle, la concentración del sábado fue pacífica y sin la presencia de opositores.
A las pocas horas, Silva, de camisa roja, salió a la calle a agradecer a sus partidarios.
"Gracias por todo su apoyo", dijo, y regresó a su apartamento 10 minutos después.
Pero en las paredes de su ONG, Instituto Lula, apareció la leyenda escrita con aerosol: "Lula, ladrón. Basta de corrupción... Ha llegado tu hora".
En una editorial el sábado, el diario O Estado de S. Paulo dijo que Silva "siempre supo del sistema de corrupción" del cual fue su "mentor oculto tras la máscara de un héroe de la ética en la política".
"Esa máscara le fue arrancada el viernes", decía.
David Fleischer, profesor emérito de ciencias políticas de la Universidad de Brasilia dijo que "el interrogatorio de Lula por la policía es el comienzo del fin de su era, y por extensión el fin de Dilma. También debilitará al Partido de los Trabajadores, que está siendo liquidado.
"Es el comienzo del fin de una jornada larga y sucia".