El Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) accedió hoy a desbloquear dos dispositivos de Apple pertenecientes a unos adolescentes acusados de asesinato en Arkansas (EU), informó el fiscal encargado del caso.
Hace apenas dos días, el FBI anunció que había logrado acceder al teléfono iPhone utilizado por el autor de la matanza de San Bernardino, en California, por lo que ya no necesitaba de la ayuda de Apple -que se negaba a prestarla- para desbloquear el aparato.
El fiscal del condado de Faulkner (Arkansas), Cody Hiland, explicó hoy que el FBI respondió afirmativamente a la solicitud hecha por su oficina y por la Policía de Conway para desbloquear un iPhone y un iPod de dos sospechosos de asesinato.
De hecho, el juicio contra Hunter Drexler, de 18 años, tenía que empezar la próxima semana y el juez accedió a posponerlo hasta junio para dar tiempo a la acusación y al FBI.
Drexler está acusado junto a Justin Staton, de 15, de asesinar en julio de 2015 a Robert y Patricia Cogdell en Conway, Arkansas.
Los Cogdell, ambos de 66 años, habían adoptado y criado a Staton como a un nieto, según la prensa local.
"Cuando supimos que (el FBI) fue capaz de desbloquear ese teléfono, obviamente quisimos pedirles si nos podían ayudar", explicó Hiland.
Según los fiscales, Staton utilizó su iPod para comunicarse con otros implicados y planear los asesinatos, por lo que confían en hallar pruebas incriminatorias en ambos aparatos.
Tanto Drexler como Staton se han declarado no culpables de los crímenes y el abogado del primero, Patrick Benca, aseguró hoy "no estar preocupado acerca de nada que contenga el teléfono".
El iPhone perteneciente a Drexler -un 6- es un modelo superior al desbloqueado por el FBI al asaltante de San Bernardino, un 5c, por lo que es incierto que puedan acceder a él con el mismo método que el utilizado con este.
El FBI accedió al teléfono de Rizwan Farook, responsable junto a su esposa Tashfeen Malik, de la muerte de 14 personas en diciembre en California después de un largo litigio legal y de que Apple se negase a prestar su ayuda.
La compañía alegaba que, de acceder a la demanda del Gobierno, ponía en riesgo la privacidad de todos sus dispositivos.
Finalmente, el FBI logró desbloquear el teléfono gracias a la ayuda de un hacker no vinculado a la agencia.
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