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Al menos 118 personas, entre ellas 24 civiles, han muerto en las zonas donde se declaró el alto el fuego en Siria desde su entrada en vigor el pasado 27 de enero, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Ese balance, que cubre el periodo hasta ayer, incluye 42 muertos en las filas de los grupos rebeldes e islamistas opositores y 25 combatientes de las fuerzas gubernamentales y de grupos afines al régimen.
El Observatorio, cuya sede se encuentra en Londres y goza de una amplia red de activistas en Siria, señaló que comprende también 27 miembros del Frente al Nusra (filial de la organización Al Qaeda en Siria) y de la milicia kurda Unidades de Protección del Pueblo.
Esas personas murieron como consecuencia de la explosión de artefactos, de enfrentamientos, de bombardeos de infantería y de ataques con cohetes lanzados por las fuerzas del régimen y los rebeldes y las ofensivas de los cazas gubernamentales.
Según el Observatorio, esos sucesos se registraron en la provincia mediterránea de Latakia (norte) y en las periferias de las ciudades de Damasco, Alepo (norte), Homs (oeste) y Deraa (sur).
El alto el fuego no fue declarado en todo el territorio sirio, ya que grupos como el terrorista Estado Islámico y el Frente al Nusra rechazaron que se estableciera la tregua en las zonas que se encuentran bajo su control.
Por otra parte, la ONG indicó que un total de 506 personas murieron durante el mismo periodo en los territorios bajo control de los yihadistas (donde no afecta la tregua), más de la mitad de ellos combatientes del EI.
La ONG agregó que esas personas perecieron, principalmente, en la provincias de Al Raqa y Deir al Zur, en el este y el norte del país, y en la provincia meridional de Al Quneitra.
El alto el fuego propuesto por Estados Unidos y Rusia fue aceptado por el Gobierno de Damasco y la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora, y entró en vigor el 27 de febrero.
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, dijo hoy que el cese de hostilidades en el país "se ha reducido de forma considerable" y que "en general" el alto el fuego se mantiene.
Pese a ello, se han sucedido algunas infracciones en distintas partes, lo que no ha impedido un descenso de las hostilidades, que está permitiendo un acceso humanitario a zonas asediadas.
