A un año de que 300 menores de una escuela primaria de la comunidad de Damasak, en Nigeria, fueran secuestrados por el grupo extremista de Boko Haram, el gobierno de ese país no ha mostrado avances en el caso, denunció Human Rights Watch (HRW).
En un comunicado emitido este martes, el organismo de defensa de derechos humanos indicó que el gobierno nigeriano debe tomar medidas urgentes para asegurar la liberación de las 400 mujeres y niños secuestrados hace un año, entre los que se cuentan al menos 300 estudiantes de primaria.
El organismo destacó que no resulta claro que el gobierno de Nigeria haya realizado esfuerzo alguno para lograr la liberación de estas personas secuestradas, pese a que este es el mayor caso de secuestro realizado por militantes de Boko Haram del que se tiene registro.
Este caso, lamentó HRW, ha generado mucha menor atención que el ampliamente condenado secuestro de 276 niñas de la escuela secundaria de la comunidad de Chibok, sucedido en abril de 2014, y de las que 219 aún permanecen cautivas.
“Las autoridades necesitan despertar y dar con el paradero de los niños de Damasak y de otros cautivos, así como tomar medidas urgentes para asegurar su liberación”, asentó el organismo.
De acuerdo con testimonios recabados por el organismo, Boko Haram atacó la comunidad de Damasak el 24 de noviembre de 2014, bloqueando todos los accesos y ocupando la escuela primera Zanna Mobarti, atrapando a más de 300 estudiantes de entre siete y 17 años de edad.
En las semanas siguientes, Boko Haram empleó la escuela como una base militar, a donde llevó a muchas otras mujeres y niños secuestrados para mantenerlos cautivos.
Durante la ocupación de la comunidad de Damasak de parte de Boko Haram, docenas de personas fueron ejecutadas y muertas en enfrentamientos. Un testigo forzado a deshacerse de los cadáveres aseguró haber visto a cientos de personas asesinadas.
Luego que en marzo de 2015 solados de Chad y Niger avanzaron a Damasak, como parte de una operación internacional en contra de Boko Haram, este grupo extremista abandonó la comunidad llevando con ellos a 300 menores de edad y a alrededor de un centenar de mujeres.
“Los líderes de Boko Haram deben liberar de inmediato a todas las personas secuestradas por el grupo, detener los ataques a civiles y dejar de usar escuelas para apoyar sus esfuerzos militares”, urgió.
erp