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Irán condenó hoy los atentados de Lahore (Pakistán) e Iskanderiyah (Irak) que en los últimos días han causado decenas de víctimas mortales en un parque público y un estadio deportivo, respectivamente, e insistió en la necesidad de "una confrontación general global" contra el terrorismo.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Huseín Jaberí, expresó las condolencias de Teherán a los gobiernos y ciudadanos de sus países "hermanos" por estos ataques.
"Operaciones terroristas contra dos lugares públicos prueban una vez más el hecho de que los terroristas y los extremistas están acostumbrados a atacar toda manifestación de las vidas ordinarias de las sociedades humanas" , indicó el portavoz.
Jaberí añadió que estos ataques muestran que "no hay lugar seguro para ningún país o sociedad" y que la recurrencia de los mismos "solo subraya la necesidad de un ataque global contra el terrorismo y el extremismo".
Al menos 72 personas murieron y casi 300 resultaron heridas, muchas de ellas mujeres y niños, en un atentado suicida el domingo en un popular parque de la ciudad oriental paquistaní de Lahore, el peor ataque registrado en el país desde 2014.
El grupo insurgente Jamaat ul Ahrar, una escisión del principal grupo insurgente de Pakistán, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), asumió la autoría del atentado.
El ataque se produjo apenas un día después de que el presidente de Irán, Hasán Rohaní, culminara una visita oficial a Pakistán en la que trató temas económicos y de seguridad.
Mientras, en la ciudad de Iskandariyah, a unos 50 kilómetros al sur de Bagdad, el pasado viernes 41 personas murieron y 105 resultaron heridas cuando un terrorista suicida atacó un estadio de fútbol, ataque reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.
lsm
