La catedral de San Miguel y Santa Gúdula en Bruselas acogió hoy una ceremonia ecuménica en honor de las 35 víctimas mortales del doble atentado del 22-M en Bruselas, que reunió a los líderes de las confesiones musulmana, católica y judía, entre otros, y transmitió un mensaje de unión contra el terror.

Invitados por el arzobispo de Malinas-Bruselas, Jozef De Kesel, se reunieron en memoria de las víctimas los representantes de las comunidades musulmana, judía, anglicana, protestante y evangélica, así como miembros de las fuerzas de seguridad y servicios de emergencia, bomberos y personal del aeropuerto.

Más de 1.000 personas acudieron al llamamiento de De Kesel, indicó la agencia Belga.

El personal de emergencia y de la policía depositaron al inicio de la ceremonia velas en la catedral, a la que acudieron ciudadanos de diferentes confesiones y también víctimas.

"Ninguna violencia en nombre de Dios puede ser tolerada", señaló el arzobispo, quien alabó la solidaridad mostrada tras el doble atentado en el aeropuerto internacional de Zaventem y la estación de metro de Maalbeek, en el barrio europeo.

"Nuestra pena es grande, es bueno reunirse y rezar al señor", añadió De Kesel.

Han asistido, entre otros, el presidente del consistorio central israelí de Bélgica, Philippe Markiewicz, y Kamar Takkal, una musulmana que abogó ante los medios por estar "todos unidos" contra el terrorismo.

"Estamos todos unidos, poco importan nuestras religiones. Estamos unidos en el sufrimiento", dijo Takkal a la cadena de televisión pública francófona RTBF.

También acudió a la catedral una de las víctimas del ataque al aeropuerto de Bruselas, Geoffroy Lemaître, quien participó en la ceremonia ecuménica en silla de ruedas.

"Yo me he salvado pero estoy aquí por los demás. Y lo que puedo hacer para los demás lo haré encantado", dijo a la misma cadena de televisión.

ae

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