Más de 300 hooligans vestidos de negro chocaron con la policía antidisturbios después de participar en una manifestación en el centro de Bruselas, donde se erigió un monumento improvisado en memoria de las víctimas de los atentados del martes.
El comisionado de policía Christian De Coninck dijo el domingo que "tuvimos 340 hinchas de diferentes clubes de fútbol que vinieron a Bruselas y que dimos por seguro que iban a crear algunos problemas".
La policía antimotines, respaldada por cañones de agua, rodeó al grupo y los condujo hacia una estación de tren interurbano. Los hinchas portaban una pancarta en la que denunciaron al grupo Estado Islámico, que reivindicó los atentados.
Durante la persecución los hinchas lanzaron sillas, botes de basura y otros objetos.
"Fue una operación policial muy difícil porque había muchas familias con niños aquí", dijo De Coninck.
Agregó que unas 10 personas fueron detenidas y que dos policías resultaron heridos.
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