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El primer ministro belga desactivó ayer una crisis de gobierno desatada tras los ataques islamistas del martes, al negarse a aceptar las renuncias de sus ministros de Justicia y del Interior a pesar de fallas de agencias de inteligencia y judiciales que impidieron prevenir lo ocurrido.
El ministro del Interior Jan Jambon dijo que el premier Charles Michel le pidió que permaneciera en el cargo, bajo el argumento de que “en tiempos de guerra, no puedes dejar el campo de batalla”. El ministro de Justicia, Koen Geens, también ofreció su renuncia pero seguirá en el puesto.
“No tenemos que sentirnos orgullosos por lo que ocurrió", dijo Geens respecto a las fallas del gobierno para impedir los ataques. “Quizá hicimos cosas que no debimos haber hecho”. La crisis comenzó cuando Turquía reveló, el miércoles, que deportó en 2015 a Ibrahim el-Bakraoui, uno de los atacantes del martes, e informó a Bélgica que era un combatiente terrorista.
Geens alegó ayer que el gobierno turco no informó a su país sobre la deportación sino hasta después de que ésta había ocurrido. Sin embargo, ayer mismo se reveló que tanto Ibrahim como Khalid, quienes murieron en los ataques que realizaron en el aeropuerto de Zaventem, el primero, y en el Metro, el segundo, figuraban en una lista de alerta de EU.
Las autoridades belgas rebajaron de cuatro a tres el nivel de alerta terrorista en Bélgica, lo que significa que la amenaza ya no es inminente, aunque existe “una probabilidad importante de que se estén preparando acciones”.
Ministros europeos de Justicia y del Interior reunidos de emergencia en Bruselas condenaron los “actos terroristas” que dejaron 31 muertos y 316 heridos, calificándolos como “un ataque a nuestra sociedad abierta y democrática”. Los ministros se comprometieron a proponer medidas concretas en junio para mejorar la conexión entre las bases de datos y el intercambio de información, incluida la de inteligencia.
La cacería del atacante que habría logrado fugarse del aeropuerto continúa y en allanamientos fueron detenidas seis personas, mientras que nuevos reportes periodísticos apuntan a la posibilidad de un quinto sospechoso, de quien no se sabe si está vivo, luego de que las cámaras de vigilancia en el Metro captaran a un hombre cargando un paquete grande junto a Khalid. Los canales públicos VRT y RTBF dijeron, además, que la célula que atacó el martes pretendía disparar a mansalva con fusiles de asalto, como ocurrió en París en noviembre.
Se presume que Salah Abdeslam, detenido en Bélgica poco antes de los atentados del Metro y el aeropuerto y sospechoso por los de París; Mohamed Belkaid, muerto a tiros en una razzia policial la semana pasada, así como un tercer hombre, planeaban empezar a los tiros en Bruselas.