La policía francesa detuvo ayer a un galo a las afueras de la capital, en una operación que desmanteló un proyecto de atentado en el país que se encontraba en fase avanzada y tras la cual se realizó un registro de un inmueble, informó el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
El arresto, señaló Cazeneuve en conferencia de prensa, fue posible gracias a una investigación “minuciosa” iniciada hace varias semanas y que ha movilizado “importantes medios de vigilancia física y técnica, así como una cooperación estrecha y constante entre los servicios europeos”. Expertos en la desactivación de explosivos inspeccionaron un bloque en la localidad periférica de Argenteuil para permitir el acceso seguro de los agentes al apartamento, el aparcamiento y las zonas comunes en torno a los cuales se centró el cateo.
Cazeneuve indicó que el arrestado es sospechoso de estar muy implicado en el proyecto de atentado frustrado y precisó que, por el momento, “ningún elemento factible” vincula este plan con los ataques de noviembre en París y del martes pasado en Bruselas. Según medios, el sujeto había sido condenado en ausencia en un país europeo no especificado y en el marco del envío de yihadistas hacia Siria. “La investigación en marcha deberá establecer el alcance de esta organización criminal y las eventuales complicidades”, añadió Cazeneuve.
El arresto de ayer eleva a 75 las detenciones desde principios de año de personas implicadas en actividades terroristas, de las cuales 37 han sido imputadas y 28 encarceladas. Tras los atentados de Bruselas, Cazeneuve ordenó el despliegue adicional en Francia de mil 600 policías y gendarmes.