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Bruselas.— Las pesquisas en torno a los atentados perpetrados este martes en la capital belga que dejaron un saldo de más de 30 muertos y de 300 heridos han llevado a identificar a tres de los presuntos responsables de la masacre perpetrada en el corazón de Europa; el cuarto se mantiene aún en el anonimato.
Los tres yihadistas identificados eran conocidos por la policía. Todos se hicieron estallar con explosivos y pertenecían al mismo clan que aterrorizó París. Dos de ellos eran hermanos, originarios de Bruselas, Khalid y Ibrahim el-Bakraoui, y estaban fichados por la policía por delincuencia organizada, aunque no por terrorismo.
Khalid, de 27 años de edad, se inmoló en la estación del Metro de Maalbeek, muy cerca de las sedes de la Unión Europea. Este individuo, bajo un nombre falso, alquiló el domicilio en el que la semana pasada se registró la balacera y se encontraron elementos que condujeron a la captura de Salah Abdeslam, responsable de los atentados de noviembre en París.
Su hermano, Ibrahim, se quitó la vida en la terminal de salida del aeropuerto internacional. Ibrahim estuvo en una cárcel belga por robo de vehículos con violencia, pero en 2014 recibió libertad condicional. Ello causó enorme controversia, dado que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, reveló que en junio del año pasado Ibrahim fue detenido por la policía turca en Gaziantep, no muy lejos de la frontera con Siria, y que fue enviado a Holanda al mes siguiente con la advertencia explícita de que era un yihadista peligroso, y aun así fue dejado en libertad.
“En ese momento, para nosotros no era conocido por terrorismo, era un criminal de derecho común que fue puesto en libertad condicional”, aseguró el ministro belga de Justicia, Koen Geens.
En una computadora fue encontrado una especie de testamento de Ibrahim en el que se refleja su desesperación: “Sin saber qué hacer, buscado en todos lados, es probable que termine en una celda junto a un prisionero”, en una aparente alusión a Abdeslam.
El tercer suicida es identificado como Najim Laachraoui, de 24 años de edad, quien estudió electromecánica y creció en el barrio de mayoría musulmana de Schaarbeek, Bruselas. Contrario a lo que se había dicho al inicio de las investigaciones, no se fugó, sino que se hizo estallar en el aeropuerto. Laachraoui habría sido el responsable de armar los explosivos, cinco en total, pero sólo cuatro fueron llevados al aeropuerto y uno de estos, puesto en una bolsa grande, no explotó. De acuerdo con el fiscal general Frédéric Van Leeuw, se trataba de la bomba más potente de las preparadas por los terroristas.
Según informes policiacos, Laachraoui fue uno de los primeros en Europa que se sumó a la yihad invocada por el Estado Islámico (EI). Viajó a Siria en febrero de 2013, en donde recibió adiestramiento logístico y militar, y recibió la encomienda de elaborar una red de potenciales terroristas en Europa. Luego de dos años en Siria, habría vuelto a Bélgica por la ruta de los Balcanes. En Budapest estuvo en contacto con Abdeslam, así como con Mohamed Belkaïd, el argelino abatido durante la balacera registrada en Vorst el 15 de marzo. Se presume que Laachraoui fue el encargado de preparar también los explosivos utilizados en los ataques terroristas en París.
Previo a la reunión extraordinaria que sostendrá hoy la Unión Europea para coordinar la respuesta a los ataques en Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, responsabilizó ayer a los gobiernos nacionales de no estar mejor preparados para hacer frente a la amenaza terrorista y evitar atentados como los de este martes.
Según funcionarios de inteligencia europeos e irquíes consultados por la agencia de noticias AP, el EI ha entrenado a por lo menos 400 combatientes para que ataquen a Europa en oleadas de atentados letales, emplazando células terroristas entrelazadas (como las que actuaron en Bruselas y París), que trabajan en forma semiautónoma, de modo que pueden escoger el momento, el lugar y el método para perpetrar los ataques. Esto demostraría que la red del EI posee un gran alcance en territorio europeo a pesar de estar perdiendo terreno en Irak y Siria.
En el comunicado en que se adjudica la responsabilidad por los atentados, el describió una “célula secreta de soldados” enviada a Bruselas para ese propósito, lo que coincide con un informe elaborado a finales de enero de este año por la agencia policial europea Europol.
Francófonos con vínculos al norte de África, Francia y Bélgica estarían encabezando las células y serían los responsables de desarrollar estrategias de agresión en Europa, de acuerdo con un funcionario europeo de seguridad que habló a condición de guardar el anonimato porque carece de autorización para declarar sobre material restringido.