Tras su victoria contundente en Utah, donde arrasó con el 69% de los votos, el senador republicano por Texas, Ted Cruz, conseguía ayer impulsar su causa a favor de reducir la contienda por la nominación presidencial a una carrera entre dos hombres.

Con un total de 465 delegados bajo el brazo, Cruz reiteraba ayer que es único con posibilidades de derrotar a Donald Trump quien sigue a la cabeza de las expectativas con un total de 739 delegados de los 1,237 para asegurar la nominación.

A la causa de Cruz se sumaba ayer el ex gobernador de Florida, Jeb Bush, miembro de uno de los clanes más poderosos en el seno del partido republicano, quien formuló un llamado para cerrarle el paso a Trump “un personaje que sólo ha traído vulgaridad y división” a la nación.

“Ted Cruz es el único que puede recuperar la Casa Blanca”, aseguró Bush en un apurado cierre de apoyos que apuestan por una convención abierta en julio próximo en Cleveland, Ohio, donde las fuerzas que han impulsado a Donald Trump han prometido protestas en la calle en caso de que no se reconozca la victoria de su candidato.

El hecho de que Bush y otros miembros del partido republicano, como el senador por Carolina del Sur, Lindsay Graham, hayan decidido cerrar filas en torno a Ted Cruz, demuestra el grado de desesperación entre un creciente grupo de republicanos empeñados en frenar el avance de Trump hacia la nominación presidencial:

“Todo el mundo dice que los electores (republicanos) de Utah han preferido elegir a un candidato menos ofensivo y más aceptable que Donald Trump. Así es que, al parecer, si eligieron a Cruz no es porque sea el mejor, sino porque es el menos ofensivo”, consideró la analista Heather  Parton al comentar el difícil dilema que hoy enfrentan los líderes del partido republicano entre dos personajes identificados con el ala más extrema del movimiento conservador.

Tras su victoria en Utah y el respaldo de Jeb Bush, Ted Cruz buscaba ayer presentarse a sí mismo como el mejor “comandante en jefe” para hacer frente a la amenaza terrorista.

En un intento por mostrarse más fuerte que Donald Trump, quien ha llegado al extremo de proponer el “cierre de fronteras”, la reimplantación de la tortura y el bombardeo indiscriminado contra posiciones del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, Cruz proponía la creación de patrullas para mantener bajo estrecha vigilancia a los barrios y mezquitas de la comunidad musulmana en EU.

“El ataque terrorista en Bruselas, no fue un hecho aislado… Es parte de un patrón más amplio, una guerra del terrorismo islámico radical contra nosotros. Ellos nos han declarado la yihad (guerra)”, aseguró Cruz.

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