Esperanza, optimismo, cambio... en las calles de La Habana se respira eso y mucho más por la visita que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inició ayer en Cuba.
“Van a cambiar las cosas, para bien”, dijo la habanera Carolyn Colom, de 14 años y estudiante de noveno grado. “A lo mejor se acaba el bloqueo”, añadió, al referirse al embargo o política de acoso impuesta por Estados Unidos contra la isla desde 1962 y a la que se atribuyen todas las dificultades económicas que sufre el país.
“Estamos muy contentos de que venga Obama”, acotó Franklin Moreno, también habanero, de 14 y compañero de estudios de Colom. “Este viaje es muy positivo”, subrayó Carlos Rodríguez, de 45, administrador de una empresa estatal y vecino de esta capital. “A partir de esta visita pueden venir cosas buenas para el pueblo cubano, como mayor apertura. Es un acercamiento positivo”, añadió.
A juicio de la capitalina María Verdecia, de 50 e ingeniera mecánica, la presencia de Obama “trae muchas expectativas al pueblo de que mejoren las relaciones entre los dos países. Habría que ver si se levanta el bloqueo”.
Para la habanera Rosa Bello, de 60 y jubilada militar, la visita de Obama “es un suceso histórico después de tantos y tan largos años” de choques con EU. “Todo parece indicar que, a pesar de todas las contradicciones, se van a limar muchas situaciones políticas. El cubano vive de esperanzas y la esperanza es una mejoría para dar un vuelco económico al país”, dijo.
“Nos conviene mucho esta visita”, adujo Erick Sotolongo, de 44 años, habanero y quien alquila vivienda y es parte del creciente sector empresarial privado de la isla. “Obama está generando un sentimiento de esperanza en todos nosotros”, aseveró.
“Lo que queremos es llevarnos bien con EU y entre nosotros”, declaró María Morejón, de 47 años y empleada en una casa que renta un cuentapropista. “Lo que imagino es que esto sea bueno para la gente, que nos quiten el bloqueo”, sentenció.