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El canciller cubano Bruno Rodríguez anunció el jueves que el gobierno eliminará el 10% de penalidad por cambiar dólares en bancos y casas de cambio si se demuestra que funcionan las nuevas medidas de Estados Unidos que darán a Cuba acceso al sistema bancario internacional.
La decisión cubana es una reacción a un grupo de disposiciones anunciadas por el gobierno estadounidense esta semana para flexibilizar las sanciones impuestas a la isla hace cinco décadas y se producen a tres días del arribo del presidente Barack Obama a la isla.
"Este gravamen del 10% ha servido para compensar a las instituciones financieras por los riesgos que ha generado el uso del dólar", expresó Rodríguez a periodistas.
Este porcentaje se descuenta a las personas que vienen con billetes de dólares a realizar cambios para obtener CUC, el peso local y perjudica a principalmente a los turistas y ciudadanos que reciben remesas de Estados Unidos.
Rodríguez le dijo que Cuba intentará hacer una serie de transacciones financieras internacionales en los próximos días para ver si es cierto que no habrá sanciones. De funcionar, eliminará la penalización del 10%.
Las medidas anunciadas por el gobierno estadounidense esta semana, son el cuarto paquete de medidas dispuestas desde que en diciembre de 2014 Washington y La Habana iniciaron un proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas y normalización de los vínculos seriamente dañados hace más de cinco décadas.
En este año y tres meses Obama asentó duros golpes al entramado de leyes del embargo como permitir más viajes de ciudadanos --aunque todavía limitados--, autorizar comercio con empresas estatales a sus firmas y ahora permitir el uso de dólar en las transacciones, entre otros.
Sin embargo, y pese a reconocer que el embargo a Cuba es una política fracasada que no sirvió para presionar un cambio de modelo en la isla, Obama no logró que el Congreso derogara las leyes que lo sustentan, por lo que uso sus poderes ejecutivos para aminorar el impacto de las sanciones.
"Las medidas anteriores hicieron poca diferencia en la aplicación real del bloqueo y no han funcionado debido al carácter integral y opresivo de este", dijo el canciller Rodríguez en relación a las decisiones adoptadas en los meses precedentes.
"Nos encontramos estudiando el alcance y los efectos prácticos que podrían tener las medidas anunciadas hace 48 horas", agregó Rodríguez de manera cautelosa.
El canciller reiteró la posición de la isla de no aceptar condicionamiento a su política doméstica para el levantamiento de las sanciones.
"En nuestra relaciones con Estados Unidos no está de ninguna manera, en la mesa de negociaciones, la realización de cambios internos en Cuba que son y serán de la exclusiva soberanía de nuestro pueblo", dijo Rodríguez.
"Cuba se ha involucrado y continuará haciéndolo en la construcción de una nueva relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, en pleno ejercicio de su soberanía y apegada a sus ideales de justicia social y solidaridad", señaló.
Rodríguez indicó que las transformaciones que se realizan en Cuba, impulsadas por el presidente Raúl Castro obedecen a la necesidad de las mejoras económicas propias para lograr que el "socialismo cubano sea cada vez más justo".
Obama llegará a Cuba el domingo próximo para una visita histórica --la primera de un mandatario estadounidense en casi 90 años-- que se extenderá hasta el martes.
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