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Sao Paulo.— Fiscales estatales brasileños pidieron el arresto del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva por cargos de lavado de dinero e identidad fraudulenta al ocultar la propiedad de un departamento frente a la playa, informaron medios locales ayer.
La detención preventiva solicitada ha puesto contra las cuerdas al ex presidente brasileño, al que también se investiga por las irre gularidades en Petrobras.
La fiscalía acusa también a Lula y a su esposa, Marisa Leticia, de ser los verdaderos dueños de un lujoso apartamento de tres plantas en la playa de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, que está a nombre de la constructora OAS —empresa también salpicada en el escándalo de Petrobras— y cuya propiedad ha sido negada por el ex presidente en reiteradas ocasiones.
Para Lula, la denuncia es una prueba más de la “parcialidad” de uno de los fiscales responsables por el caso, a quien acusa de utilizar su cargo con fines políticos. El arresto deberá ser aprobado por un juez, y es improbable que lo haga, según el presidente del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao.
El eventual arresto del ex mandatario aumentaría la temperatura de una crisis que está complicando a la presidenta Dilma Rousseff y podría polarizar aún más las protestas convocadas el domingo por la oposición para exigir que sea sometida a un juicio político.
Lula rechazó ser el dueño de la vivienda y su abogado, Cristiano Zanin Martins, dijo que hay una “campaña mediática” contra Lula.
