Washington.— En un intenso debate en el que le llovieron las críticas de sus rivales republicanos, el más viable aspirante a la nominación presidencial del partido, Donald Trump, aseguró anoche que, tras las declaraciones del ex mandatario mexicano Vicente Fox, el muro que pretende construir en la frontera con México “ha crecido tres metros” y no descartó la posibilidad de iniciar una guerra comercial con su vecino del sur en caso de que éste no acepte pagar los 10 mil o 12 mil millones de dólares que costará ampliar la valla.
“No me importaría (tener) guerras comerciales cuando estamos perdiendo 58 mil millones de dólares” en la relación comercial con México, aseguró Trump al mencionar los casos de empresas como Carrier, Ford y Nabisco, que han trasladado sus operaciones al sur de la frontera.
“Se están llevando nuestros negocios. Así es que no me importaría”, añadió, luego de que Fox lo llamara “loco” y asegurara que México no pagará por ese “jodido” muro. Trump dijo que el mexicano debería “disculparse” por sus palabras.
Trump, ganador de tres de las cuatro votaciones republicanas por la nominación realizadas hasta la fecha, se vio acosado por los ataques del senador de Florida, Marco Rubio, quien lo acusó de contratar trabajadores ilegales de Polonia, de tener fábricas en México que maquilan sus trajes y corbatas y de echar mano de programas de trabajadores huésped de distintos puntos del mundo para pagar bajos salarios en sus complejos hoteleros.
“No entiendo, Donald. Si vas a iniciar una guerra comercial con México estarías iniciando una guerra contra tus propios trajes y corbatas que se hacen en México… Si vas a construir el muro igual que construiste las Torres Trump, seguro lo harás echando mano de inmigrantes indocumentados…
“Además, eres el único en el estrado a quien se ha demandado por contratar a trabajadores ilegales de Polonia”, dijo Rubio, respaldado por el senador por Texas, Ted Cruz.
Rubio también aludió a la riqueza del magnate. “Si Trump "no hubiera heredado 200 millones de dólares, ¿saben dónde estaría en este momento? Vendiendo relojes en Manhattan”, dijo.
El debate, décimo desde el inicio de la contienda por la nominación presidencial y el último antes del súper martes del 1 de marzo, cuando habrá elecciones en varios estados, se celebró en la ciudad de Houston, Texas y fue transmitido por CNN. Cuatro de los cinco participantes insistieron en su promesa de deportar 11 millones de indocumentados. Sólo el gobernador de Ohio, John Kasich, dijo que eso sería imposible e “iría contra los valores de Estados Unidos”. Trump dijo que permitiría el regreso de “algunos” de los deportados. Cruz rechazó esa posibilidad.
El más impopular entre hispanos. Tras su victoria en los caucus de Nevada, el martes pasado, Trump dijo tener de su lado el voto hispano. Sin embargo, un sondeo difundido ayer por la cadena Univision y el diario The Wa-
shington Post, reveló que el magnate es el aspirante republicano más impopular entre ocho de cada 10 electores latinos. Este grupo incluye a quienes tienen una opinión “muy desfavorable” del precandidato —aproximadamente 7 de cada 10—. Apenas 16% lo apoyaría en caso de ser el candidato republicano. Otro sondeo, de Telemundo, señaló que 3 de cada 4 latinos dijeron tener una opinión negativa de Trump.
Cuestionado al respecto en el debate, Trump afirmó: “En primer lugar no le creo a Telemundo. Y en segundo lugar, los hispanos me aman. Voy a conseguir su apoyo como hice en Nevada. Voy a crear un nuevo Partido Republicano en el que voy a incluir a todos”, dijo.