Rusia condenó hoy los últimos atentados registrados ayer en Damasco y Homs y afirmó que el Estado Islámico y grupos afines tratan de intimidar a la población y minar cualquier intento de solución política al conflicto.
"Estos crueles crímenes de los extremistas intentan intimidar a la población civil y minar los intentos de lograr un arreglo político duradero de la crisis de Siria que vaya en interés de todos los sirios y de poner fin al derramamiento de sangre" , señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
"Es importante poner una barrera sólida en el camino de los intentos del EI, el Frente al Nusra y otros grupos terroristas para aumentar la tensión en Siria y en torno a este país instigando aún más la lucha interconfesional" , añade la nota.
El Ministerio señala que Moscú "condena enérgicamente los ataques inhumanos de los terroristas" y ofrece sus condolencias a los familiares de las víctimas.
También pide "una reacción apropiada y de principios por parte de la comunidad internacional".
Según los últimos datos difundidos hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el número de fallecidos en los atentados de ayer en zonas de mayoría chií de Damasco y la ciudad central siria de Homs ha ascendido a 155 personas, de las que 99 eran civiles.
Los medios de comunicación oficiales sirios también han elevado el recuento de víctimas en esta cadena de atentados hasta 83 personas muertas y 178 heridas, en el sur de Damasco, y 30 muertos en Homs.
lsm