Dos empleados de la embajada de Serbia en Libia, secuestrados en noviembre pasado, murieron en los bombardeos estadounidenses de una base del grupo Estado Islámico (EI) en ese país ayer, informaron hoy las autoridades serbias.
El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, declaró en rueda de prensa en Belgrado que "ha sido confirmada de forma oficial" la información sobre la muerte de los dos ciudadanos serbios en la ciudad libia de Sabratah.
Anteriormente, el ministro de Asuntos Exteriores serbio, Ivica Dacic, había declarado a la prensa que aún se esperaba la identificación de los cadáveres para la confirmación oficial por parte de las autoridades libias sobre su fallecimiento.
"Hemos recibido fotografías que indican que, casi con toda probabilidad, la información es exacta", explicó Dacic.
La diplomática Sladjana Stankovic y el chófer de la embajada serbia en Trípoli, Jovica Stepic, fueron secuestrados el 8 de noviembre pasado en las cercanías de la ciudad de Sabratah, al oeste de la capital libia.
El secuestro se produjo tras un ataque de varias personas armadas a un convoy de vehículos en que el se encontraba también el embajador serbio en Libia.
Sus cadáveres serán trasladados el próximo lunes por la tarde a Serbia para su entierro, anunció Vucic.
Aunque se negó a precisar detalles sobre los secuestradores, Vucic identificó como principales responsables del secuestro a unos contrabandistas que no son miembros del EI pero que cooperan estrechamente con éste.
También indicó que los servicios de seguridad serbios estaban cerca de lograr su puesta en libertad, en cooperación con las autoridades libias y servicios de inteligencia de varios países.
Consideró que los dos ciudadanos serbios no eran la meta del secuestro, pero no precisó más.
Vucic declaró que ha pedido a EE UU explicaciones de si tenían informaciones de que en la localidad bombardeada se encontraban ciudadanos serbios, pero que recibió una respuesta no oficial según la cual no tenían conocimiento de ello.
El ministro de Exteriores declaró que las autoridades serbias y los servicios de seguridad no han tenido ningún contacto con los secuestradores ni han recibido ninguna exigencia, de modo que no hubo negociaciones con ellos sobre los secuestrados.
El Gobierno estadounidense confirmó ayer haber bombardeado un campo de entrenamiento del grupo yihadista EI en Libia cerca de Sabratah, en el que murieron unas 40 personas, y señaló que los extremistas que estaban en este lugar suponían "una amenaza directa" para Estados Unidos.
ahc