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En vísperas de los caucus (asambleas populares) del Partido Demócrata en Nevada, la campaña de Hillary Clinton busca un cierre de filas para evitar este sábado una humillación como la que le propinó su adversario, Bernie Sanders, en New Hampshire o ganar por mínimos, como le ocurrió en Iowa, evidenciando sus debilidades entre los jóvenes y las mujeres.
Los operadores de la campaña de Clinton en Nevada, donde hasta hace poco se daba por sentada la victoria de la ex secretaria de Estado, reconocen que Sanders ha ganado terreno en el estado, principalmente entre el electorado joven y las mujeres. “Creemos que va a ganar Hillary y gracias al voto hispano. Pero será muy reñida la jornada”, reconoció Ben Monterroso, de la organización Mi Familia Vota, que lleva meses trabajando en Nevada para reforzar la participación de los demócratas.
Greg Guma, conocido activista y operador familiarizado con la larga trayectoria de Sanders, aseguró que la campaña de Hillary “ha comenzado a rebajar las expectativas” de una victoria contundente en Nevada porque, “aunque Clinton sigue teniendo el apoyo institucional del partido”, el senador por Vermont “tiene a su favor las expectativas de victoria que surgieron desde Iowa y crecieron en New Hampshire”. Las encuestas colocan a Sanders en empate técnico con Clinton. Según The Huffington Post, ambos tienen 45% de respaldo en un estado donde las reglas sólo permiten el voto de los registrados en el padrón electoral demócrata.
A pesar de que la mayoría del voto hispano —13% del padrón electoral total—, se concentra en estados como Texas y California, los únicos estados que estarán en disputa en noviembre próximo serán Colorado, Nevada y Florida. Los caucus de este sábado permitirán saber hasta qué punto las campañas de Clinton y Sanders han sido capaces de movilizar el voto hispano.
“Desde 1996 los hispanos elegibles no participan en la misma medida que lo hacen los blancos o los afroestadounidenses. El problema es que la mayoría de los electores hispanos son jóvenes y son muy reticentes a la hora de participar”, aseguró Jens Manuel Krogstad, analista de Pew Research.
El hecho de que una buena parte del electorado hispano sea joven parece favorecer las expectativas de San ders, quien ha demostrado su capacidad para atraer el voto de los llamados millennials (es decir, quienes nacieron entre 1980 y 2000).
Tan sólo en New Hampshire, Sanders conquistó el voto de 83% de los millennials y 55% de las mujeres.
En Nevada, donde el voto hispano representa 17% del padrón electoral total, ni Clinton o Sanders pueden decir que tienen asegurado el respaldo de la mayoría. “Sanders ha conseguido el respaldo de varios sindicatos que son muy poderosos en Nevada y entre muchos jóvenes”, aseguró Guma.
A pesar de que Clinton ha invertido más tiempo y recursos, con un ejército de más de 7 mil voluntarios contra 2 mil de Bernie Sanders, el avance del senador por Vermont ha conseguido reducir las expectativas de una victoria inevitable de Hillary en Nevada. Sin embargo, Monterroso destacó que “Clinton ha viajado constantemente a Nevada. La conoce mucha gente y es muy popular. Todo el mundo sabe que siempre ha apoyado una reforma migratoria y se ha manifestado contra las deportaciones. En mayo del año pasado estuvo con los jóvenes dreamers, que la siguen respaldando”.
Mañana, Clinton y Sanders participarán en un foro organizado por la cadena en español Telemundo. El tema migratorio, que es uno de los más importantes entre el electorado hispano, centrará en gran medida la atención.
El presidente Barack Obama dijo ayer que Clinton y Sanders están haciendo “un debate sano” sobre los asuntos que interesan a los votantes demócratas. Sobre el aspirante presidencial republicano Donald Trump, Obama dijo que “no cree” que vaya a ser presidente. “Tengo mucha fe en el pueblo estadounidense y creo que reconocerán que ser presidente es un trabajo serio”.
Con información de Notimex