Los extremistas islámicos seguirán planeando ataques contra los intereses de Estados Unidos en el extranjero, pero los ataques de aquellos en suelo estadounidense representarán la amenaza más importante, advirtió ayer el jefe de inteligencia estadounidense.
“El éxito percibido de ataques cometidos por extremistas violentos locales en Europa y Norteamérica, como los de Chattanooga y San Bernardino, pueden motivar a otros a replicar ataques oportunistas con poca o ninguna advertencia, disminuyendo nuestra capacidad de detectar la planeación y preparación de operativos terroristas”, alertó James Clapper, director de inteligencia nacional, en una declaración preparada para entregar a la comisión de servicios armados del Senado. La advertencia fue hecha durante la evaluación anual de las agencias de inteligencia sobre los principales riesgos que enfrenta el país.
En particular, Clapper se refirió a la amenaza que representa el Estado Islámico. El “EI está tomando ventaja del torrente de emigrantes para insertar operativos en ese flujo”, recordó.
En concreto, aseguró que la organización terrorista se mostró “bastante hábil a la hora de fabricar pasaportes falsos para que puedan viajar aparentemente como viajeros legales”.
Sólo el año pasado, indicó Clapper, las autoridades de seguridad arrestaron a unas “cinco docenas” de personas en territorio estadounidense por estar relacionadas con el EI.
Sobre el número de combatientes extranjeros en las filas del EI, Clapper dijo que son cerca de 38 mil 200, de los cuales casi 7 mil proceden de países occidentales que han viajado a Siria desde 2012. Clapper agregó que Irán sigue siendo el principal Estado patrocinador del terrorismo, que grupos vinculados a Al-Qaeda han resistido y que EU seguirá viendo ciberamenazas desde China, Rusia y Corea del Norte.
Clapper destacó como principal amenaza desde el Hemisferio Occidental a su seguridad interna a los servicios de inteligencia de Cuba, pese a que ambas naciones reestablecieron el año pasado relaciones diplomáticas. “Rusia y China representan la mayor amenaza, seguidos por Irán y Cuba, a menor escala”, explicó. Se prevé una “probable transición presidencial” en Cuba en 2018.