Corea del Sur actuó en represalia por la prueba nuclear de Corea del Norte con transmisiones contra Pyongyang a través de la frontera el viernes, fecha que se cree es el cumpleaños del líder norcoreano Kim Jong Un.
Las transmisiones generarán una respuesta furiosa por parte de Corea del Norte, que las considera un acto de guerra psicológica. Pyongyang es extremadamente sensible a cualquier crítica externa al liderazgo autoritario de Kim, el tercer miembro de su familia en gobernar.
Cuando Corea del Sur reanudó brevemente las transmisiones de propaganda en agosto tras 11 años de no hacerlo, Seúl dice que ambos países intercambiaron fuego de artillería, seguido por amenazas de guerra.
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