La Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC) de Estados Unidos otorgó hoy su respaldo a la construcción de un gasoducto que transportará gas natural a México a través de la zona del Parque Nacional Big Bend, en el suroeste de Texas.

El organismo minimizó eventuales efectos ambientales derivados de la obra.

La FERC dijo que con base en una evaluación ambiental, “la aprobación del proyecto propuesto, con las medidas de mitigación apropiadas, no constituiría una acción federal importante que afecte significativamente la calidad del medio ambiente”.

El anuncio es un duro revés para la Alianza para la Conservación del Big Bend, formada por ambientalistas, rancheros y residentes de la zona que rechazan la construcción del gasoducto.

La agencia, que regularía una parte del proyecto, también se negó a ampliar su estudio ambiental a toda la superficie que será afectada por el proyecto, como solicitaron los integrantes de la coalición.

"Desafortunadamente, el resultado más negativo en el peor de los casos, es lo que hemos recibido hoy", dijo en un comunicado la Alianza para la Conservación del Big Bend, que acusó a la FERC de “enterrar la cabeza en la arena”.

El proyecto prevé construir un gasoducto de 230 kilómetros, que se extendería desde la comunidad de Coyanosa, al sureste de Pecos, hasta un punto cerca de Presidio, en la frontera de Texas con México.

El gasoducto TransPecos, que sería construido por la compañía Energy Transfer Partners, cruzaría los condados de Pecos, Brewester y Presidio y luego atravesaría hacia México por debajo del Río Bravo.

La vocera de Energy Transfer, Vicki Granado, dijo este lunes que la compañía está “complacida” con la decisión de la FERC.

La firma planea iniciar en breve la construcción del gasoducto y concluir la obra en 2017.

mvl

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