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El año en que AL concretará cambios

El fin de los diálogos de paz de las FARC con el gobierno colombiano

Lilian Tintori (centro), esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, celebra los resultados de los comicios del pasado 6 de diciembre (ARCHIVO AFP)
04/01/2016 |02:29
Redacción El Universal
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Colombia someterá a referéndum el histórico proceso de paz con las FARC, Venezuela se acomodará a un Parlamento opositor y el presidente argentino, Mauricio Macri, tratará de afirmar las finanzas con una economía golpeada por el fin del ciclo de las materias primas.

El cierre del único conflicto armado del continente será una de las noticias más importantes de 2016. Si los planes de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se cumplen, el próximo 23 de marzo, a más tardar, las partes deberán firmar la paz.

Luego inicia el proceso de desarme, desmovilización y reinserción, que debe terminar con la guerrilla convertida en un actor político, tras la aplicación de fórmulas de la justicia transicional, que contempla desde penas de cárcel, hasta la “restricción de la libertad” en el caso de quienes confiesen delitos en forma temprana, que significa que los rebeldes tendrán que reparar a sus víctimas con trabajos en las zonas donde hayan cometido sus crímenes y tendrán que vivir ahí. Lo anterior será sometido a un plebiscito en junio.

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Para el gobierno de Santos, los beneficios de paz son evidentes: en el posconflicto, la economía debería registrar un crecimiento adicional de entre 1.1% y 1.9% del PIB, según el Departamento Nacional de Planeación.

Apenas los rebeldes depongan las armas, será urgente asumir el reto de la desactivación de las economías criminales que, desde el narcotráfico hasta la minería ilegal, han financiado a guerrilleros y paramilitares. Otro desafío será romper el ciclo de la violencia.

Haití, “el hombre enfermo de América”. Si no es la mala fortuna [huracanes y terremotos] la que echa por los suelos la frágil evolución institucional de Haití, pareciera ser la ausencia de virtud política la que impide que esta nación se estabilice.

Faltaban apenas seis días para el balotaje del 27 de diciembre entre el oficialista Jovenel Moise, del Partido Haitiano Tet Kale, y el opositor Jude Celestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana, cuando el Consejo Electoral Provisional anunció la postergación sin fecha de los comicios.

Tanto la oposición al presidente Michel Martelly como observadores independientes sostuvieron que no estaban dadas las condiciones para celebrar elecciones. Cualquier duda sobre la conformación de un gobierno es potencialmente explosiva, sobre todo cuando este año está previsto el retiro del grueso de las tropas sudamericanas de la Misión de Paz de la ONU. Martelly dejará el poder el 7 de febrero.

Argentina: un año difícil. Como todos los países exportadores de materias primas, Argentina sufrirá en 2016 con el descenso del precio de los commodities en los mercados extranjeros.

El primer año del presidente Mauricio Macri en el poder será “difícil, muy difícil”, opina el analista Orlando D'Adamo. “El contexto internacional —baja de precios de productos de exportación argentinos, recesión en Brasil, disminución de la cotización del petróleo— y el impacto en los yacimientos a explotar de manera no convencional en Vaca Muerta no colaboran”, agrega. En el orden interno, el gobierno deberá enfrentar una inflación galopante y el desorden de las cuentas pública.

Entre los puntos en favor de Macri, D'Adamo destaca la buena acogida de las primeras decisiones del mandatario. Por otro lado, señala que hay una predisposición positiva desde los sectores productivos y gobiernos extranjeros hacia el nuevo gobierno.

“Lo de Macri es un cambio muy importante en el seno del Mercosur. En América Latina hay un ‘silencio estruendoso’ sobre Venezuela, lo que es vergonzoso”, dice el internacionalista Roberto Russell. “[Macri] milita en los derechos humanos. Su liderazgo internacional va a depender de cómo le vaya en casa”, indica.

En tanto, la oposición vivirá una reacomodación de fuerzas con la salida de Cristina Fernández del poder y el intento de los gobernadores peronistas por llenar ese espacio.

Venezuela: el balance de poder. Mañana asume la nueva Asamblea Nacional, donde la oposición al presidente Nicolás Maduro controlará 112 de los 167 escaños, un escenario inédito en los 16 años de chavismo.

El analista José Vicente Carrasquero cree que lo más importante es que con el cambio “el gobierno tendrá que pasar por el escrutinio de una fuerza política que viene con ánimos de poner orden”.

La oposición anunció que una de las primeras decisiones que tomarán será liberar a Leopoldo López, el líder del partido Voluntad Popular preso desde febrero de 2014 y condenado a casi 14 años de cárcel por llamar a protestas contra el gobierno. Maduro dijo que no permitirá esa acción.

Bolivia: el referéndum y el gas. El 2016 del presidente de Bolivia, Evo Morales, comenzará con la campaña para el referéndum del 21 de febrero, con el que busca impulsar una enmienda constitucional que le permita postularse a un nuevo periodo en las elecciones de 2019, una idea a la que, según los sondeos, se opone más de 50% de los votantes. Como antecedente, el Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales viene de derrotas en Santa Cruz y La Paz, y casi todas las capitales departamentales.

En la parte económica, el año estará marcado por el fin del boom de los precios de las materias primas, en especial de los hidrocarburos, “la base sobre la cual Morales gobernó por 10 años”, opina el politólogo Carlos Toranzo. Otro elemento importante es el escenario internacional.

“Parece haber una ola de críticas a los gobiernos populistas basados en la lógica amigo-enemigo. Eso sucede en Argentina, Venezuela, Ecuador, y por supuesto que tendrá algún tipo de manifestación en Bolivia”, señala.

Brasil: Dilma en la cornisa. La suerte de la presidenta Dilma Rousseff, muy golpeada en 2015 por el escándalo Petrobras y por la crisis económica de Brasil, comenzará a definirse a partir del 2 de febrero, cuando la Cámara de Diputados salga de su receso y se reanude el trámite sobre el juicio político en su contra.

La Corte Suprema debe aún aclarar detalles del proceso, pero en el caso será central el rol del presidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, enfrentado con el gobierno de Rousseff. Si prospera el juicio político, se espera alta tensión en las 10 sesiones en las que la presidenta podrá defenderse. Todo el juicio tendrá como telón de fondo la recesión económica —estimaciones hablan de una caída de 2.5% del PIB—, una inflación de más de dos dígitos y el pesimismo de las calificadoras de riesgo.