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Río de Janeiro.— La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, admitió ayer que el país está “perdiendo la lucha” contra el mosquito Aedes aegypti, transmisor del zika y del dengue.
Rousseff lo reconoció después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el número de infectados en el continente americano puede llegar a los 4 millones.
“Estamos perdiendo la lucha contra el mosquito. No voy a decir que estamos ganando, pero vamos a ganar esta guerra”, dijo tras participar en una teleconferencia con gobernadores de cinco de los estados más afectados por el aumento de los casos de zika.
En momentos en que el zika y su posible vinculación con casos de microcefalia en bebés acaparan las portadas de los diarios de todo el mundo, Rousseff pidió que la sociedad contribuya a evitar focos de reproducción del mosquito en agua estancada, y a protegerse de las picaduras. “Tenemos que matar el mosquito si podemos antes de que nazca”, señaló.
Las autoridades sanitarias brasileñas confirmaron 270 casos de microcefalia en el país de octubre a enero, por 140 en todo 2014, y otros 3 mil 448 son sospechosos. Sin embargo, rechazaron que exista una “preocupación extra” por la expansión del zika en el país ante la inminente realización del carnaval de Río de Janeiro (del 5 al 9 de febrero).
Esta semana, la alcaldía de Río solicitó apoyo de las Fuerzas Armadas para colaborar con la Secretaría de Salud municipal para combatir al mosquito Aedes aegypti, informó la portavoz del Ministerio de Defensa Aline Cristhiane Reis, quien aclaró que el pedido de ayuda no es de emergencia, sino que está asociado “con el periodo del año en el cual se registra un pico en la proliferación del mosquito”, entre febrero y abril.
El Aedes aegypti es el principal transmisor del zika, pero también del dengue y el chikungunya. Reis informó que la alcaldía solicitó por el momento 50 efectivos, aunque el número puede variar en función de la demanda. En Ecuador hay 22 casos confirmados de zika y otros 67 sospechosos. En Nicaragua, la cifra de confirmados se elevó a siete. El gobierno colombiano dice que no hay probados casos en el país de muerte por zika, aunque 41 pacientes estarían enfermos de Guillain-Barré, que ataca el sistema nervioso y puede ocasionar parálisis o debilidad muscular y ha sido asociado con el zika.
Las autoridades venezolanas anunciaron la creación de una sala de situación para intensificar el seguimiento en el país de los casos sospechosos de zika. La ministra de Salud, Luisana Melo, dijo que en las últimas horas se han registrado 4 mil 500 casos sospechosos de zika y 255 pacientes con síndrome de Guillain-Barré. Guatemala está en alerta ante la creciente presencia de casos del virus del zika, que afecta a casi un centenar de personas en seis departamentos del país.
En Canadá, el director de salud pública dijo que cuatro canadienses —dos de British Columbia, una de Alberta y otra de Quebec— regresaron recientemente al país infectados con el virus del zika. Dos de ellos ya se recuperaron.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) pusieron en marcha clínicas de emergencia con personal durante todo el día para atender los casos de zika. Los laboratorios afirman que tener una vacuna para uso del público tomará meses, incluso años. El prospecto más claro es el de un consorcio de la farmacéutica Inovio Pharmaceuticals Inc, que puede tener lista una vacuna para uso en caso de emergencia antes de fin de año.
Citan a Lula por blanqueo. Para sumarse a los problemas de Rousseff, la fiscalía confirmó que inició una investigación contra el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva por un supuesto blanqueo de dinero que estaría asociado a la corrupción en Petrobras. El fiscal Cássio Conserino citó a declarar a Lula y a su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, el 17 de febrero en Sao Paulo para investigar si el ex presidente es dueño de un apartamento que no aparece en sus declaraciones fiscales, lo que constituiría un delito de blanqueo de dinero.