Nueva York se recupera de la segunda mayor nevada que haya sufrido desde 1869, luego de que recibiera 68 centímetros de nieve y de que la precipitación causara la suspensión de la mayor parte del transporte público y casi todos los vuelos.
La tormenta, que comenzó la noche del viernes y que se extendiera durante casi 24 horas, causó también la suspensión temporal del tránsito de los vehículos que no fueran dedicados a emergencias y de todos los espectáculos de Broadway.
Desde el sábado, miles de empleados de la ciudad y de neoyorquinos comenzaron a retirar con palas la nieve de sus viviendas y de sus autos, en tanto que vehículos esparcidores de sal, que derrite el agua solidificada del concreto, recorrían las calles y avenidas de la ciudad.
Los autobuses lentamente retomaron este domingo sus rutas normales, en tanto que los metros que funcionan por encima de la superficie comienzan también a operar regularmente.
Los trenes hacia el norte del estado y Nueva Inglaterra funcionarán de manera normal a partir de esta tarde, en tanto que la línea que va hacia los condados de Long Island, al este de la ciudad, operarán a tiempo para la mañana del lunes, de acuerdo con el gobernador Andrew Cuomo.
Las terminales aéreas, sin embargo, tardarán más tiempo en recuperarse.
Según información del sitio de monitoreo de servicios aéreos FlightAware, este domingo estaban cancelados más de tres mil 400 vuelos, con las tres terminales de Nueva York/Nueva Jersey como las más afectadas.
En total, la tormenta que un canal de televisión bautizó como Jonás, causó la cancelación de casi 11 mil vuelos entre el viernes y el domingo y alteró la rutina de más de 80 millones de personas en la Costa Este de Estados Unidos, desde Kentucky hasta Nueva York.
Unos 20 decesos ocurridos desde el pasado viernes fueron adjudicados a la tormenta, ya que en seis de esos casos se trató de personas que paleaban nieve de sus propiedades y el resto en accidentes de tránsito provocados por las peligrosas condiciones para manejar.
Diez entidades, así como la capital, Washington DC, fueron declarados estados en emergencia desde el sábado a fin de recibir ayuda del gobierno federal, en caso de necesitarla, y de suspender las operaciones regulares de servicios públicos.
La ciudad de Washington DC fue tan afectada como Nueva York, lo que obligó también a cancelar el transporte público de la ciudad, como sucedió igualmente en las urbes de Filadelfia y de Baltimore.
Mientras tanto, las zonas costeras del estado vecino de Nueva Jersey sufrieron inundaciones, aunque ningún deceso ha sido reportado por éstas, en tanto que cientos de miles de personas quedaron sin energía eléctrica en varios puntos de la Costa Este.
Asimismo, en los estados de Kentucky y Pensilvania, cientos de personas quedaron atrapados, en ocasiones durante más de 12 horas, en carreteras intransitables por la nieve o por el hielo. El sábado, autoridades estatales anunciaron que la circulación en las carreteras afectadas había sido reanudada.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, la mayor nevada sufrida por Nueva York desde que se guardan registros históricos sucedió en 2002, cuando la precipitación apenas superó al nivel registrado este sábado, con 68.3 centímetros de nieve en Central Park.
cfe