La canciller alemana, Angela Merkel, abogó ayer por una “solución europea” para reducir de forma “apreciable y sostenible” el número de solicitantes de asilo que llegan a Alemania, después de que Austria anunciara unilateralmente que fijará un límite a la entrada de refugiados al país.
Merkel reiteró los ejes de su política poco antes de reunirse en el balneario de Wildbad Kreth (sur de Alemania) con parlamentarios de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) , partido hermanado con su Unión Cristianodemócrata (CSU) y crítico con su gestión de la crisis de los refugiados.
La cita se presentaba incómoda y lo fue, ya que la CSU, miembro de la gran coalición junto a la CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD), abogó por seguir el ejemplo de Austria y fijar un límite también para Alemania, de no más de 200 mil refugiados al año.
Viena anunció ayer que no aceptará a más de 37 mil 500 solicitantes de asilo en 2016, lo que suponen 50 mil menos que los admitidos en 2015. Además, la cifra irá reduciéndose en los años posteriores, con un máximo de 35 mil en 2017, de 30 mil en 2018 y de 25 mil en la primera mitad de 2019. En total, hasta ese momento los refugiados permitidos en el país sumarán 127 mil 500.
Los gobiernos de Eslovenia y Croacia confirmaron después que seguirán las mismas restricciones que Austria sobre la entrada de refugiados. Mientras que Macedonia cerró ayer su frontera sur con Grecia de forma parcial e impidió el paso a la mayoría de refugiados debido a un problema en las vías del tren en Eslovenia, informó el Ministerio del Interior.
Más de una docena de parlamentarios cuestionaron en el encuentro su gestión y le exigieron un cambio de rumbo, mientras que el titular regional de Finanzas, Markus Söder, le advertía de que “la situación está fuera de control”.
La canciller recordó que coincide con la CSU en la necesidad de reducir de forma palpable las llegadas pero, para hacerlo, abogó por combatir las causas que generan los actuales flujos de refugiados y buscar una solución con los socios comunitarios.
Sin embargo, el presidente de Alemania, Joachim Gauck, dijo ayer, en una intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, que su país instaurará este año controles o limitaciones frente al flujo de refugiados que siguen llegando.
El jefe de la Comisión Europea solicitó a los líderes de la UE que dediquen tiempo suficiente para centrarse en la crisis de refugiados cuando se reúnan en la próxima cumbre de la zona en febrero, que fue convocada principalmente para enfocarse en las demandas británicas de reformar el bloque.
En tanto, una mujer de 35 años y un niño de cinco murieron ayer por hipotermia, después de que las embarcaciones en las que viajaban se hundieran cerca de la isla griega de Lesbos, en el mar Egeo.
De acuerdo con los guardacostas, las víctimas viajaban en dos barcazas procedentes de Turquía. Las temperaturas en Lesbos están en torno a los cero grados, sin embargo, no ha disminuido la llegada diaria de embarcaciones con refugiados.