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Un grupo insurgente cristiano del sur de Filipinas, formado por unos 300 hombres, ha anunciado una lucha armada contra las formaciones islamistas de la región que recientemente se han declarado seguidores del grupo terrorista Estado Islámico (EI), informan hoy medios locales.
El grupo, que se hace llamar los "Defensores Rojos de Dios" (Red God Defenders), explicó a los medios que su principal objetivo es proteger sus tierras, a sus familias y al pueblo de los ataques de los rebeldes islamistas, y quemó una bandera del EI ante un grupo de periodistas, apunta hoy el portal de información Rappler.
"Siempre nos están atacando, incluso cuando lo único que hacemos es trabajar en nuestras granjas", dijo a los medios el portavoz de la nueva formación, Brother Asiong.
"Nos hemos visto forzados a armarnos. No queremos morir sin hacer nada", agregó Asiong, indica el diario Inquirer.
Según los Defensores Rojos de Dios, el principal grupo contra el que lucha es el de los Luchadores por la Libertad Islámica del Bangsamoro (BIFF, por sus siglas en inglés), que llevó a cabo varios atentados en las localidades meridionales de Maguindanao y Sultan Kudarat el pasado diciembre, en los que murieron 11 personas.
Asiong aseguró asimismo que desde la década de los 70, unas 60 personas de sus comunidades han fallecido en ataques de los grupos islamistas.
Según las autoridades, los miembros de esta nueva formación provienen del grupo indígena "Ilaga", una temida comunidad de granjeros cristianos.
Varios grupos radicales islámicos permanecen activos en el sur de Filipinas, donde más de cuatro décadas de conflicto separatista ha dejado entre 100.000 y 150.000 víctimas, ha paralizado el desarrollo de una región rica en recursos naturales y ha empobrecido a la población.