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El exdirector del área Internacional de Petrobras, Nestor Cerveró, manifestó que recibió sobornos en Angola que fueron entregados a la campaña para la reelección en 2006 del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, informaron hoy medios locales.
Cerveró, uno de los reos por el caso de corrupción en la petrolera estatal brasileña, indicó que fueron entregados a la campaña del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) entre 40 y 50 millones de reales (entre unos 9.9 y 12.3 millones de dólares).
De acuerdo con el documento entregado por las autoridades a la Procuraduría General de la República y citado por el diario O Estado de Sao Paulo, el soborno surgió de la compra por un valor de 300 millones de dólares de bloques petrolíferos en Angola por parte de Petrobras.
El exejecutivo manifestó que Manuel Domingos Vicente, que presidía el Consejo de Administración de la petrolera estatal angoleña Sonangol, "fue explícito" al afirmar que de ese negocio "retornaron a Brasil como soborno para financiar la campaña presidencial valores entre 40 millones y 50 millones de reales".
La negociación, según Cerveró, fue conducida "por los altos escalones de los gobiernos brasileño y angoleño, teniendo como representante del lado brasileño al (entonces) ministro de Hacienda, Antonio Palocci".
El Instituto Lula, orientado por el expresidente y que hace las veces de su portavoz, indicó que "no comentará supuestas delaciones y menos supuestos acuerdos de delación filtrados (al público) de forma selectiva, parcial y probablemente ilegal que alimentan a un mercado que busca beneficios penales y titulares sensacionalistas".
El lunes, el mismo diario había citado la declaración supuestamente realizada por Cerveró a la Fiscalía en el marco de un acuerdo de colaboración con la Justicia para la reducción de su condena.
Cerveró afirmó que tanto él como el empresario Fernando Soares recibieron 300.000 dólares por las gestiones que realizaron en 2007 para la venta de la compañía argentina de transmisión eléctrica Transener, que dependía de Petrobras, a una tercera empresa.
El exejecutivo afirmó que el exministro argentino Julio de Vido, en la época titular de la cartera de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, le presionó para realizar la venta.
Según la declaración filtrada a la prensa, primero se acordó vender Transener a una compañía estadounidense, pero después de Vido forzó la venta a la argentina Electro Ingeniería.
Los desvíos en Petrobras, que la estatal calcula que pudieron costarle unos 2.000 millones de dólares en la última década, han conducido a prisión a cinco exdirectores de la empresa y a una veintena de ejecutivos de importantes compañías brasileñas, además de una cincuentena de políticos investigados.
ahd