A través de su revista mensual Dabiq, el Estado Islámico ha confirmado la muerte de su verdugo conocido como “John el yihadista”, quien, según el Pentágono había sido blanco de una operación militar con drones estadounidenses sobre la ciudad siria de Raqqa, bastión del grupo terrorista.
En la edición número 13 de esta publicación, el EI elogió al yihadista y explicó las circunstancias en las que murió.
“El jueves 12 de noviembre, fue finalmente alcanzado por la causa de Alá, que él había buscado por tanto tiempo. El auto en el que se encontraba fue blanco del ataque de un dron en la ciudad de Raqqa. El vehículo fue destruido y su muerte fue instantánea. Que Alá acepte a nuestro hermano entre los mártires y lo envuelva con su misericordia”, señala la revista.
La publicación también reseña una biografía del famoso yihadista: “Abu al Muhajir Muharib, conocido como 'John el yihadista', es originario del noreste de la península arábiga, mientras que su madre nació en Yemen. A una corta edad, viajó con su familia a Londres. Este se convertiría en el lugar que llegó a odiar, al igual que sus habitantes, cuyas costumbres estaban tan lejos de los valores a los que estaba acostumbrado”.
“En la época de los benditos ataques que sacudieron a Londres y a su sistema de transporte en 2005, mientras la yihad en Irak estaba en su apogeo y con el anuncio de la creación del Estado Islámico el año siguiente, Abu Muharib comenzó a embarcarse en el camino de la sharia”, relata la revista.
El yihadista John, se graduó de la Universidad de Westminster y poco después, en 2013, viajó a Siria para unirse a las filas del EI. Desde entonces se convirtió en la cara del grupo terrorista al aparecer en sus videos propagandísticos y de decapitaciones, vestido de negro, con el rostro cubierto y blandiendo un cuchillo.
Fue visto por primera vez en un clip del EI en 2014, en el que decapitó al periodista estadounidense James Folery y con el que el grupo terrorista comenzó sus videos de asesinatos y ejecuciones. Después participó en los clips que muestran las decapitaciones de los periodistas Steven Sotloff, de EU, y Kenji Goto, de Japón, los trabajadores humanitarios David Haine, del Reino Unido, y Peter Kassig, también de EU, así como del taxista británico Alan Henning.
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