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El presidente de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama, firmó hoy la orden ejecutiva para un histórico levantamiento de las sanciones atómicas contra Irán, pero se topó con la oposición republicana, que rechazó frontalmente el acuerdo.
Obama dio ese paso tras décadas de tensión, años de negociaciones y meses de arduo trabajo para aplicar el pacto nuclear alcanzado en julio pasado en Viena por el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, China, Reino Unido, Rusia y Alemania) y la República Islámica.
El presidente intervino después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmara que Irán ha cumplido las exigencias para poner en marcha el acuerdo nuclear, que prevé limitar varios aspectos del programa atómico iraní durante períodos de entre 10 y 25 años, a cambio de levantar las medidas punitivas.
En la orden ejecutiva, Obama, que notificó al Congreso su decisión, señaló que el cumplimiento de esas exigencias por parte del régimen islámico "marcan un cambio fundamental en las circunstancias respecto al programa nuclear de Irán".
Desde Viena, donde las potencias internacionales e Irán mantuvieron hoy intensos contactos para preparar el anuncio del cumplimiento de la condiciones para aplicar el acuerdo nuclear, el secretario de Estado de EU, John Kerry, reivindicó el "poder de la diplomacia" para superar desafíos sin usar la fuerza.
"Cada una de las vías hacia una bomba nuclear han sido cerradas de forma verificable", aseveró Kerry, después de anunciar que EU y la Unión Europea levantará de forma inmediata sus sanciones atómicas contra Irán.
"Hoy marca el primer día de un mundo más seguro", agregó el secretario de Estado sobre la aplicación del acuerdo, que Obama considera uno de los mayores éxitos de su presidencia.
El levantamiento de las sanciones permitirá a Irán, país con el que EU no mantiene relaciones diplomáticas oficiales desde 1979, disponer de unos 100.000 millones de dólares en activos que se encontraban bloqueados en todo el mundo.
En la práctica, EU anula las restricciones relativas al programa nuclear de Irán que afectaban a sectores económicos de la Repúblicas Islámica -como el financiero o el petrolero- y que dificultaban la actividad comercial internacional del régimen iraní.
Estados Unidos retirará a cientos de personas y compañías de "listas negras" que les imponían sanciones y, entre otras medidas, emitirá permisos para que empresas estadounidenses vendan aviones civiles a Irán, que tiene una de las flotas más antiguas del mundo.
Además, EU permitirá la importación de productos iraníes como las alfombras, los pistachos o el caviar, así como la creación de filiales de empresas estadounidenses que, con ciertas restricciones, podrán hacer negocios en Irán.
Sin embargo, el Gobierno norteamericano mantendrá las sanciones relacionadas con "el apoyo de Irán al terrorismo, los abusos de derechos humanos y actividades de misiles", según la Casa Blanca.
El levantamiento de sanciones coincidió con la campaña electoral en EU, donde la ex secretaria de Estado y precandidata presidencial demócrata Hillary Clinton felicitó a Obama por "un importante logro de la diplomacia respaldada por la presión".
Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes de EU, el republicano Paul Ryan, rechazó hoy el levantamiento de sanciones económicas a Irán.
"Hoy, la Administración Obama empezará a levantar las sanciones económicas sobre uno de los principales estados patrocinadores del terrorismo en el mundo", afirmó Ryan.
"Como el propio presidente ha reconocido -prosiguió-, Irán es probable que use esa inyección de dinero -más de 100.000 millones de dólares en total- para financiar terroristas".
El líder republicano recordó que el levantamiento de sanciones se produjo "justo semanas después de la más reciente prueba de misil balístico de Teherán, y justo días después de que la Guardia Revolucionaria Islámica detuviera a diez marinos americanos".
En un tono similar, el senador Marco Rubio, precandidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre próximo, advirtió de que el acuerdo nuclear "premia el mal comportamiento".
"Al canalizar ese dinero hacia Teherán y dar a los mulás legitimidad internacional, la Administración Obama está alentando el mayor crecimiento del poder iraní desde que la República Islámica se estableció en 1979", recalcó Rubio.
El Congreso de EU tuvo de plazo hasta el pasado 17 de septiembre para revisar el acuerdo nuclear con Irán y los demócratas bloquearon ese día un nuevo intento republicano de aprobar una resolución de rechazo al pacto, lo que supuso una importante victoria para el presidente Obama en política exterior.
El anuncio de la aplicación del acuerdo vino precedido de un canje de presos entre ambos países.
De esa manera, Irán liberó a cinco norteamericanos (entre ellos, un periodista del diario "The Washington Post"), de los que cuatro tienen doble nacionalidad irano-estadounidense.
Por su parte, EU ofreció clemencia a siete iraníes condenados o pendientes de juicio en el país norteamericano por delitos relacionados con el embargo económico contra Irán, seis de ellos también con doble nacionalidad irano-estadounidense.
Estados Unidos también informó hoy de que retira los cargos formulados contra 14 ciudadanos iraníes, a los que dejará de perseguir la Interpol a petición de Washington.
El intercambio de prisioneros tampoco escapó a las críticas de republicanos como el magnate Donald Trump, líder en la carrera por la nominación presidencial de su partido, quien tildó de "mala" la negociación para conseguir la liberación de presos.
ahd