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Insurgentes del Estado Islámico se responsabilizaron el jueves por un atentado suicida y tiroteos ocurridos en Yakarta que marcaron el primer ataque del grupo militante radical en la populosa nación musulmana.
Siete personas murieron en las múltiples explosiones y tiroteos y cinco de ellas eran los propios atacantes, pero la coordinación del atentado apunta al surgimiento de una nueva célula de militantes en una nación donde son frecuentes los asaltos de bajo perfil contra la policía.
Las fuerzas de seguridad tardaron cerca de tres horas en poner fin al enfrentamiento en un café Starbucks y en Sarinah’s, la tienda por departamentos más antigua de Yakarta, después de que un grupo de al menos siete militantes inició un tiroteo con la policía, haciendo estallar además los explosivos que llevaban. Un indonesio y un canadiense murieron en el atentado y 20 personas, entre ellos un holandés que trabaja para el Programa de Medioambiente de Naciones Unidas, resultaron heridos. La policía dijo haber detenido a tres sospechosos de tener vínculos con el ataque.
“Combatientes del Estado Islámico perpetraron el ataque armado esta mañana en la capital indonesia en contra de extranjeros y las fuerzas de seguridad respondieron para protegerlos”, reportó la agencia de noticias Aamaaq, aliada al grupo, citada por el canal local Telegram.
El jefe de la policía de Yakarta afirmó a periodistas: “Definitivamente el EI está detrás de este ataque”. El oficial también dijo que un militante local, Bahrun Naim, sería responsable por la coordinación del atentado.
Poco después, el grupo se adjudicó oficialmente los ataques.
La policía cree que Naim se encuentra en la ciudad siria de Raqqa, controlada por el Estado Islámico.
El ataque se registró por la mañana en pleno centro económico y financiero de la ciudad, una zona vigilada que alberga altos edificios de oficina, embajadas —como la francesa, española o la alemana— y también el palacio presidencial.
En torno a 90% de los 250 millones de habitantes de Indonesia son musulmanes. En 2002, un atentado en la isla vacacional de Bali dejó 202 muertos, entre ellos numerosos turistas. También en Yakarta se perpetraron varios atentados contra embajadas y hoteles.
En los últimos años se cree que cientos de indonesios podrían haberse unido al EI en Medio Oriente.
Estados Unidos condenó ayer “con contundencia” el atentado. “Apoyamos firmemente al pueblo indonesio contra el terrorismo y las ideologías extremistas que alientan a la violencia terrorista”, afirmó el portavoz del Departamento de Estado de EU, John Kirby, en un comunicado.
Canadá ofreció toda su ayuda al gobierno de Indonesia en la lucha contra los extremistas que perpetraron los ataques, en los que pereció un canadiense.
En México, la Cancillería expresó en un comunicado el absoluto rechazo del país a todo acto terrorista y expresó sus condolencias al pueblo y al gobierno de Indonesia.