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El máximo tribunal de Venezuela dijo ayer que todos los actos de la recién renovada Asamblea Nacional, dominada por la oposición por primera vez en 16 años, serán nulos, hasta que su directiva revierta el juramento a tres diputados de ese grupo político.
El Parlamento venezolano transita así un camino peligroso en medio de la posibilidad de ser desconocido por el Estado al incurrir en el desacato de una decisión del Supremo de ese país, justo cuando los opositores dan el primer paso hacia una amnistía que podría dejar en libertad a los políticos presos y apenas seis días después de haber tomado posesión.
Con la sentencia publicada ayer, el organismo judicial ordenó a la Junta Directiva de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) “dejar sin efecto” el juramento y en consecuencia “proceda con la desincoporación” (separación de los cargos) inmediata de los ciudadanos Nirma Guarulla, Julio Haron Ygarza y Romel Guzamana.
La decisión declaró además “nulos absolutamente” todos los actos de la Asamblea Nacional que se hayan dictado o dicten mientras continúen en ella los tres diputados del estado Amazonas suspendidos cautelarmente y que les impedía tomar juramento de los cargos, tal como habían pedido parlamentarios chavistas el pasado día 7.
Estos tres diputados opositores forman parte de los 112 que fueron elegidos en los comicios del pasado 6 de diciembre y que dieron a la oposición venezolana la mayoría calificada de dos tercios en la AN por primera vez en tres quinquenios y a la que la oposición se niega a renunciar.
El presidente de la AN, Henry Ramos Allup, aunque no precisó si acatará o no esta nueva sentencia, rechazó la decisión del Poder Judicial.
Con este dictamen “no cabe duda que el TSJ está al servicio del gobierno para anular la voluntad popular”, declaró Allup en una primera reacción ante la sentencia.
Desde la oposición consideran que las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, que en la última década ha fallado mayoritariamente en favor el gobierno, no pueden prevalecer sobre la voluntad de los electores.
Con la idea de revisar el funcionamiento del Poder Judicial, la mayoría opositora en la Asamblea designó una comisión que verificará la elección de algunos magistrados del TSJ, que aprobó el anterior parlamento dominado por el oficialismo una vez que sufrieron el revés electoral.
Diosdado Cabello, diputado y mano derecha de Maduro, dijo que “si está en desacato, nadie va a reconocer la Asamblea Nacional (...) El resto de los poderes no están obligados a reconocer la Asamblea”.