La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, exigió ayer que el proceso que definirá si será sometida a un juicio con fines de destitución concluya “lo más rápido posible”, pero el Congreso le dio largas y postergó para hoy la instalación de una comisión que decidirá sobre el asunto.

La comisión especial debía instalarse ayer, pero la Cámara Baja informó que ese primer paso ha sido postergado por problemas en el nombramiento de los miembros del grupo, que serán 65 diputados de todos los partidos con representación parlamentaria. Las mayores dificultades surgieron en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente Michel Temer pero que tiene fuertes disidencias internas y está dividido entre seguidores y opositores de la mandataria.

Rousseff insistió en que confía en el apoyo que le darán tanto el PMDB como el propio Temer. “Confío en el vicepresidente Temer como siempre confié”, declaró Rousseff, quien subrayó que “siempre fue extremadamente correcto”, por lo que no puede “desconfiar ni un milímetro de él”.

Antes de que se decidiera el aplazamiento de la instalación de la comisión, Rousseff abogó porque el Congreso suspenda el receso que tiene previsto entre los próximos 22 de diciembre y 2 de febrero, a fin de que avance el complejo proceso para determinar si responderá a un juicio.

También, afirmó que los sectores que quieren abrirle un juicio político con fines de destitución son los que buscan un “atajo” para asumir la Presidencia sin necesidad de obtener una mayoría en las elecciones.

Pese a que no comparó explícitamente el juicio político en su contra con un golpe de Estado, Rousseff dijo que ese tipo de interrupciones antidemocráticas no sirven para pacificar el país.

El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, autorizó la semana pasada el inicio del trámite para que la mandataria sea sometida a un juicio con fines de destitución. Rousseff puede ser enjuiciada sobre la base de unas irregularidades en los balances de su gobierno que fueron registrados en 2014 y que, según organismos de contraloría del Estado, se han mantenido durante este año.

Presentan cargos contra senador y banquero. Ayer fiscales federales de Brasil presentaron cargos contra el millonario banquero André Esteves y el senador Delcídio do Amaral, acusándolos de obstruir una investigación criminal. Esteves y Amaral, hombre clave de Rousseff en el Senado, fueron arrestados el 25 de noviembre por sospechas de obstruir la mayor investigación sobre corrupción en la historia del país.

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