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Sin miedo ni intolerancia, con serenidad pero con rapidez y en orden aunque con ansiedad, millones de venezolanos se volcaron ayer sobre las urnas para depositar una avalancha de votos en las más importantes elecciones parlamentarias de Venezuela del siglo XXI, en una jornada de poco más de 12 horas —el 6 de 6 a 6—que transcurrió sin incidentes de gravedad ni tensiones desmedidas.
Con una alegría que proliferó en los dos principales bandos en pugna —chavistas y su Gran Polo Patriótico y antichavistas y su Mesa de la Unidad Democrática— y escasos destellos de choque, la contienda para elegir a los 167 miembros de la Asamblea Nacional que asumirán el próximo 5 de enero se desarrolló de las 06:00 a las 18:00 horas, aunque se prolongó hasta las 19:00, en un país hundido en una profunda crisis política, social y económica.
Acostumbrada a pasarelas nacionales e internacionales, y nacida en un país también famoso por sus reinas de belleza, la modelo venezolana Alicia Dolanyi, de 27 años, periodista y presentadora de televisión, desfiló ayer a las urnas y dijo a EL UNIVERSAL que los comicios “definirán el futuro de todos los venezolanos, los que apoyan al gobierno y a los opositores”.
“La situación económica del país y la criminalidad son muy graves y nos afecta a todos, a los que queremos salir sin miedo a caminar por las calles, a tener una vida normal. Hay que cambiar”, explicó, tras acompañar a su madre —Olivia Corsos, caraqueña de 54, divorciada y trabajadora en servicios de cómputo— a votar en Cristo Rey, colegio de un barrio de Caracas afín a la oposición.
“Se define el futuro de la juventud, de los niños por una mejor calidad de vida y por cambiar a este régimen. Es lo que queremos”, dijo Corsos.
Pero en el populoso sector del corazón capitalino, bastión tradicional del chavismo, la caraqueña Zuyelis Ruiz, de 20, estudiante de una universidad militar, aseguró que “lo que más conviene a Venezuela es seguir por la ruta” que trazó el ahora fallecido Hugo Chávez, líder histórico del proceso revolucionario y quien como presidente de 1999 a 2013 impulsó el socialismo bolivariano. “Que continúe la revolución, porque los opositores no ofrecen nada mejor”, dijo, antes de votar en el Liceo Fermín Toro, de esta ciudad.
Con ella coincidió Mariagni Franquis, de 23, del occidente y estudiante de una universidad militar. “Sólo la revolución garantiza el futuro de los niños, con paz, estudio, trabajo, salud y educación”, adujo, en las afueras de ese mismo centro. En el interior, Gary Pauta, de 23, caraqueño y estudiante universitario de ingeniería, dijo que “votar es darle la oportunidad al cambio hacia el futuro. Obviamente estoy inquieto, porque la situación del país tampoco está bien como para seguir apoyando que continúe este gobierno”.
En un pasillo de ese liceo, Tulio Chacón, de 42, caraqueño, divorciado y comerciante, coincidió en que Venezuela se jugó ayer la ruta del cambio: “Los chavistas han destruido a este país cuanto les ha dado la gana. Eso debe acabar”.