El régimen chavista sufrió anoche la más severa y contundente derrota en sus casi 17 años de prolongado gobierno revolucionario socialista en Venezuela, luego de que la oposición venezolana logró 99 de los 167 diputados de la Asamblea Nacional en los comicios parlamentarias efectuados ayer, mientras que el oficialismo quedó con 46, con datos a la espera de los resultados definitivos.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reconoció la derrota, luego de que aproximadamente a las 00:30 de hoy (23:00 en la ciudad de México), la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, anunció los datos oficiales e irreversibles con 96.03% de los votos escrutados y una “participación extraordinaria” de 74.25%.
“Jugar limpio y reconocer resultados electorales”, afirmó Maduro, en un mensaje al país por cadena nacional de radio y televisión. “Hemos venido a reconocer, con nuestra moral y nuestra ética, estos resultados adversos y aceptarlos”, admitió el gobernante.
“Ha triunfado la guerra económica”, aseveró, al referirse a la profunda crisis que sufre esta nación con desabastecimiento de los productos básicos en los mercados, con una inflación que supera los tres dígitos y una acelerada devaluación. Maduro alegó que el acoso económico arreció en los días previos a las elecciones legislativas. “Ha triunfado una contrarrevolución”, advirtió, y pidió acelerar la revolución productiva.
El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), bastión principal del chavismo en el Gran Polo Patriótico, obtuvo 46 diputados, y la Mesa de la Unidad Democrática, del antichavismo, logró 99 que le garantizan mayoría en la Asamblea. Los nuevos legisladores asumirán el próximo 5 de enero para una gestión de cinco años.
La histórica victoria de la oposición es un hecho sin precedentes en la vida venezolana y podría modificar el escenario político, con el chavismo obligado a ceder el control parlamentario.
Los comicios se realizaron en 40 mil 601 mesas en 15 mil 515 centros de votación y con 19 millones 496 mil 365 venezolanos inscritos para elegir a los 167 legisladores.
La jornada electoral de ayer fue la vigésimo quinta que se efectúa desde 1999 en Venezuela, con 19 elecciones presidenciales, legislativas, regionales y municipales y seis plebiscitos en casi 17 años de la revolución socialista instalada por el ahora fallecido ex presidente Hugo Chávez Frías, figura emblemática —amada y odiada— en la política venezolana del siglo XXI. La derrota se registró el mismo día de la primera victoria de Chàvez en 1998.
Un hecho relevante fue que el dirigente venezolano Leopoldo López, encarcelado desde febrero de 2014, sentenciado en octubre anterior a más de 13 años de prisión por instigación a la violencia en protestas antigubernamentales saldadas con 43 muertos en el primer semestre del año pasado, fue autorizado ayer en la mañana por la Fiscalía General a votar. Aunque su esposa, Lilian Tintori, reveló anoche que ignoraba si su marido—considerado por los opositores como preso político—pudo sufragar, porque el CNE retiró una mesa electoral móvil del penal de las afueras de esta ciudad en el que está preso, el venezolano Juan Carlos Gutiérrez, abogado de López, confirmó que si lo hizo.
Pese a que las votaciones se desarrollaron en paz, tampoco faltaron las disputas. Lucena canceló la acreditación del ex presidente boliviano Jorge Quiroga como invitado por la MUD, por intervenir en asuntos políticos internos.
En un inicio trascendió que a Quiroga y los demás ex presidentes invitados por la MUD, como el colombiano Andrés Pastrana, el uruguayo Luis Lacalle y los costarricenses Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez, les cancelarían sus credenciales, luego se confirmó que el único afectado es el boliviano, por declaraciones sobre las horas del cierre de las mesas y acerca de que los venezolanos se movilizarán hacia el cambio político.