En paz, con ansiedad, en orden y en una trascendental cita con la historia electoral y política de Venezuela, millones de venezolanos empezaron hoy desde las 06:00 horas (04:30 en la Ciudad de México) a acudir a las mesas de votación en todo el país en unos comicios legislativos que serán esenciales para definir la continuidad o la interrupción de la revolución socialista instalada por Hugo Chávez en 1999.
Aunque la mayoría de encuestas difundidas a lo largo de una intensa campaña concedieron una abrumadora ventaja a la oposición, el oficialismo reafirmó tener el apoyo de al menos el 40% de los electores. Sin descartar sorpresas, el dominio “chavista” persiste en zonas que, por la distribución de los escaños parlamentarios, pueden elegir más número de legisladores, y les permitiría preservar el timón parlamentario, por lo que recibir más votos tampoco implica ganar más diputados.
Los comicios se realizan de las 06:00 a las 18:00 horas en 40 mil 601 mesas de sufragio en 15 mil 515 centros de votación, con 480 mil 828 miembros de mesas y con un total de 19 millones 496 mil 365 venezolanos inscritos para elegir a los 167 integrantes de la Asamblea Nacional, actualmente controlada por el “chavismo” y cuya nueva conformación que resulte hoy de las urnas deberá asumir el próximo 5 de enero con un mandato de cinco años.
Una victoria del antichavismo podría conducir a que, por la vía parlamentaria, el andamiaje revolucionario empiece a ser desarticulado y los opositores logren convocar a un referendo revocatorio del gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, heredero de Chávez electo en 2013 y cuya gestión debe concluir en 2019.
“El futuro está en tu voto”, destacó hoy, en un titular que cubrió toda la mitad de su primera plana, el periódico El Nacional, de esta ciudad y uno de los principales de Venezuela. El diario—con un historial de oposición al régimen “chavista”—publicó en su primera página que Maduro prometió que “respetaremos los resultados sean los que sean”.
El rotativo publicó que Maduro aclaró que fue malinterpretada una reciente declaración suya acerca de que el “chavismo” pretende ganar los comicios de hoy “como sea” y que, en caso de un triunfo de la oposición, las fuerzas oficialistas se lanzarán a la calle en defensa de la revolución.
Las mesas comenzaron a abrirse sin incidentes mayores. Los venezolanos, que esperan empezar a conocer los resultados oficiales y definitivos esta misma noche, fluyen sin dificultades y rapidez en el proceso para sufragar, que se calcula oscila entre 45 segundos y un minuto por votante mediante un sistema automatizado.
El oficialismo concentra sus fuerzas en el Gran Polo Patriótico, mientras que la oposición las reúne en la Mesa de la Unidad Democrática.
El resultado de las elecciones parlamentarias de hoy será crucial para el futuro político venezolano, en una disputa que se espera se dirima en las urnas—y sin estallidos de otros focos y modalidades de enfrentamiento—sobre la continuidad de la revolución socialista iniciada por Chávez, quien asumió su primer gobierno en febrero de 1999 tras vencer en unos comicios presidenciales en diciembre de 1998.
Chávez, quien murió en marzo de 2013, heredó a sus seguidores un gigantesco aparato político revolucionario de masivo control estatal en el que la estructura legislativa es una pieza esencial para la implantación de un sistema socialista que, pese a su poderosa influencia, está severamente acorralado por una crisis económica y social que se agrava a diario.
Acelerada inflación (se prevé de tres dígitos en 2015), desabastecimiento de productos básicos en los mercados e imparable devaluación son apenas los factores más visibles de un deterioro de la situación financiera y social que empujó hacia el desgaste del régimen “chavista” en los últimos años, mientras el petróleo—vital para las finanzas nacionales—registró un derrumbe de sus precios internacionales.
La revolución socialista atribuyó los conflictos a una “guerra económica” estimulada por sus enemigos internos y externos con especulación, acaparamiento y otros mecanismos.
En este escenario, los venezolanos salieron a votar mientras las fuerzas militares y policiales mantienen un intenso trabajo de vigilancia y protección. El ministro de Defensa de Venezuela, general en jefe Vladimir Padrino López, informó que más de 163 mil soldados participan en la denominada “Operación República” para “acompañar al pueblo” en esta histórica jornada electoral.