La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, instó ayer a la población a defender la “salud de la democracia” contra el “golpe”, como definió el proceso político con fines de destitución que le abrió el Congreso, y afirmó que se defenderá con todas las herramientas previstas en la Constitución. Si la votación fuera hoy, la iniciativa no sería aprobada, según una consulta que el diario O Globo realizó entre los líderes de los 17 mayores partidos del país.