El papa Francisco mantendrá mensualmente visitas privadas durante el Año Santo Extraordinario que comienza el martes, "gestos personales" para destacar su compromiso con los marginados y los pobres, anunció hoy el Vaticano.
El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, informó hoy en rueda de prensa de esta iniciativa, que se enmarca en los actos que tendrán lugar durante el Jubileo de la Misericordia.
El 18 de diciembre el papa cumplirá un "gesto simbólico" y abrirá una "puerta de la misericordia" en el albergue "Don Luigi di Liegro", un centro de la Caritas romana en el que desde hace veinticinco años son acogidas personas con problemas.
A partir de ese momento, Francisco "dará inicio a los gestos que un viernes al mes pretende ofrecer como expresión de las obras de misericordia", señaló Fisichella.
El monseñor, encargado de dirigir los preparativos del Jubileo, señaló que "estos gestos tendrán un carácter de visitas privadas por parte del Santo Padre para mantener en la medida de lo posible una relación personal de cercanía y solidaridad con las personas o las instituciones visitadas".
"Será un testimonio con el que el papa pretende subrayar las grandes formas de malestar, de marginación y de pobreza que están presentes en nuestra sociedad", dijo.
Rechazó que estas visitas estén envueltas en el misterio: "No es que haya un misterio sobre estos gestos, solo que siendo visitas privadas, si el papa quiere ir a ver un enfermo a su casa, lo hará. Deben ser vistos como encuentros personales del papa".
El Año Santo Extraordinario de la misericordia ha sido convocado por el papa Francisco, comenzará el próximo 8 de diciembre y concluirá casi un año después, el 20 de noviembre de 2016.
Será inaugurado el próximo martes 8 de diciembre con el rito de la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, que solo permanece abierta durante el periodo jubilar.
Consistirá en una ceremonia "muy simple", según explicó Fisichella, que comenzará a las 9.30 locales (8.30 GMT): el papa cruzará el umbral de la Puerta Santa, seguido por cardenales, obispos, religiosos y religiosas y laicos que desfilarán en procesión hasta la tumba del Apóstol San Pedro.
Tras la eucaristía el papa recitará el Ángelus y, por la tarde, acudirá a la romana plaza de España para presidir los actos de la Inmaculada Concepción.
Por la tarde, en la fachada de la basílica vaticana y en su cúpula se proyectarán una serie de fotografías que "presentan imágenes inspiradas en la misericordia, en la humanidad, en el mundo natural y en el cambio climático".
"Este evento quiere proponer la belleza de la Creación, también en ocasión de la Conferencia sobre el Clima de Naciones Unidas (COP21)" que se celebra en París, señaló Fisichella.
En cuanto a la seguridad del acto, el monseñor subrayó la colaboración bilateral entre la Santa Sede e Italia y dijo que cuenta con "todos los motivos para pensar que hay una garantía total para todos los peregrinos que vengan a Roma".
Asimismo consideró que "es necesaria la debida vigilancia como en cualquier otra parte del mundo".
Para extender el deseo de misericordia, el papa ha instado a abrir una puerta similar a todas las catedrales, santuarios y templos de relevancia del mundo a partir del día 13 de diciembre.
Además se enviará a los "misioneros de la misericordia", sacerdotes que a partir del Miércoles de Ceniza recorrerán el mundo perdonando pecados reservados a la sede apostólica y que ya se han postulado ochocientos.
cg